Watch Dogs Legion, nuestro review
Este nuevo juego de mundo abierto muestra a Ubi mejorando la fórmula, especialmente con el sistema de reclutamiento en una Londres fantástica. ¿Llega a desarrollar todo su potencial? Te lo contamos en esta review.
Tengo una relación algo dispar con los juegos de mundo abierto, hay algunos en los que no me termino enganchando a hacer misiones pero me encanta deambular por las ciudades hasta que los abandono y otros donde recorro hasta el último recoveco buscando algún ítem o misión secundaria que parece interesante. Los dos últimos Assassin’s Creed o Ghost of Tsushima estuvieron en esta última categoría, algunos Grand Theft Auto en la primera. Legion, en las casi 30 horas que lo estuve jugando, se inclina más a caer en la segunda categoría aunque algunos detalles lo están queriendo llevar a la primera.
Empecemos por lo bueno. Ubisoft está sin dudas buscando mejorar la fórmula del género, Watch Dogs Legion es un paso en la dirección correcta, especialmente porque te da mucha libertad de encarar el juego como te parezca, con muchos personajes distintos y la sensación que transmite de estar en medio de una ciudad viva.
No tengo un problema es hacer toda una historia con un personaje como Ezio Auditore o Jin Sakai, pero es realmente muy bueno lo bien que se siente no tener que jugar con un personaje establecido. Empezando el juego me pidieron elegir uno, y asumí que iba a ser como alguien central para ir nivelando, pero qué equivocado estaba! Parte de la premisa central del juego es que podés ir reclutando nuevos miembros de DedSec, básicamente a cualquiera con quien te cruces en la calle. Aunque seguramente vas a tener tus favoritos, te vas a encontrar cambiando entre personajes, probando diferentes enfoques en las misiones. Para que alguien se sume a tu equipo, vas a tener que desbloquearlos por medio de una misión, pero las recompensas lo valen. Espías, soldados con buenas armas, obreros que pueden llamar drones de carga, enfermeros que pueden acceder a hospitales sin levantar alarmas, hackers, una chica que es capaz de controlar un enjambre de abejas, hombres de negocios que te harán ganar más dinero para comprar ropa, gente con problemas de flatulencias que alertan a los enemigos, pobres viejitos que pueden morir súbitamente en cualquier misión, todos están a tu alcance en Legion. Y por si acaso lo aclaro, todos esos son ejemplos reales de gente con la que me topé y algunos que recluté.
Y aunque no pudiésemos reclutar a todo un ejército, cabe destacar que con cada nuevo juego de mundo abierto, Ubisoft sigue construyendo sobre buenas bases buscando donde mejorar. Con Legion, esas mejoras se sienten, el nivel de detalle de la ciudad es excelente, con mucho tráfico, drones, patrullas y tanta gente deambulando y haciendo su vida que Londres se siente muy viva. La personalización de tu equipo también es genial, podés cambiarle el look comprando mucha ropa y con máscaras geniales que vas a ir encontrando a lo largo del juego.
Pasando a los puntos no tan positivos, tengo que mencionar que tal vez por culpa de los trailers que contaron demasiado, la historia no me enganchó tanto. No me aburrió pero no es de esas que te llevan a no tratar de desviar la atención en misiones secundarias porque querés saber que pasa después en la trama. Lo bueno es que como el juego me divierte, no es algo que me incita a abandonarlo, sigo avanzando en la trama, pero sin mucho apuro, desviándome para hacer lo que me parezca interesante, ya sea reclutar a alguien, meterme en algún edificio, recorrer la ciudad de punta a punta en un Aston Martin DB7 o probar los mini juegos, como hacer jueguito en una plaza o jugar a los dardos.
Las misiones por lo general son buenas, pero dependiendo de tus gustos, hay ciertos puzles o desafíos que se vuelven algo repetitivos y no tan desafiantes, sería bueno no abusar de ciertas mecánicas, el juego creo que se sentiría mucho mejor. Tuve un par de momentos raros también, pero son reflejo de algunas mejoras necesarias en el control de calidad del juego, que probablemente desaparezcan con algún parche. En una ocasión, el juego me presentó dos misiones seguidas que eran prácticamente idénticas, no por su enfoque, sino que eran en el mismo edificio y teniendo que realizar el 90% de las mismas acciones para terminarla, sin mencionar que todos se sorprendían al descubrir cosas que ya habías visto cinco minutos antes. La primera misión fue de un personaje que el mismo juego me sugirió reclutar y la segunda era de la historia principal.
Aunque en nuestra mente Ubi es una sola empresa y las cosas que hace bien un juego creemos que deberían automáticamente y mágicamente aparecer en otros, esto no suele ser así, pero me hubiese encantado que el sistema de cover y las peleas con armas fueran igual a las de The Division, está claro que el foco de Legion es el sigilo y el hackeo, pero hay veces que vas a recurrir a la violencia y el juego te deja una sensación poco memorable en ese aspecto.
¿Y los bugs? Como desafortunadamente suele pasar en estos juegos tan grandes, hay varios bugs, algunos menores, otros molestos e inentendibles como los menues que tardan en responder cuando volvés a la pantalla principal, pero aunque esperaría que no existiesen, no me encontré con nada que arruinase completamente la experiencia en mi estadía en esta golpeada Londres. Aunque mientras estés jugando no te van a tratar de vender nada, sí hay microtransacciones en Legion para los que quieran gastar bastante más dinero que lo que vale el juego en trajes y nuevas estéticas para los personajes.
Definitivamente Legion es un juego interesante, entretenido y significa otro buen paso para Ubi, pero es uno que se disfruta mucho más si te abrís a la oportunidad que te da el sistema de reclutamiento, para así cambiar de personaje y enfoque misión a misión. Al menos para mí, fue una forma en la que el juego se sintió mucho mejor, logrando evitar cierta repetitividad de dinámicas en las que puede ser fácil caer.