The Eternal Castle [REMASTERED]

Reseñamos este juego único, que es un homenaje, en todo sentido, a los clásicos juegos de plataformas cinemáticos, como Flashback o Prince of Persia.

Hay juegos que nos deslumbran por su apartado técnico, juegos como The Last of Us 2 con el que Sony cerró, por todo lo alto, una generación. Esos juegos exprimen la tecnología existente para entregarnos experiencias únicas, tan avanzadas que hacen quedar en ridículo a otros juegos contemporáneos.

Juegos como esos me fascinan, pero de alguna manera, más me sorprenden títulos como The Eternal Castle [REMASTERED] que son exactamente lo opuesto. Son títulos que logran comunicar todo lo que se proponen con limitaciones que pondrían nervioso a cualquier desarrollador. Con una resolución mínima, cuatro colores y mucha creatividad, los italianos Leonard Menchiari, Giulio Perrone y Daniele Vicinanzo hicieron un título diferente que vale la pena experimentar.

The Eternal Castle es un homenaje a los juegos de plataformas cinemáticos, los clásicos, como Prince of Persia, Another World o Flashback, y es realmente un homenaje completo, desde sus gráficos que parecen rotoscopiados hasta sus controles algo toscos para los estándares actuales, pero que disparan infinitos recuerdos a los que vivimos los comienzos del gaming.

¿Un remaster de un perdido juego de 1987?

La historia de este juego tiene un simpático engaño detrás. Uno de sus desarrolladores cuenta que cuando era chico, encontró un polvoriento diskette azul en un cajón de su padre, con una etiqueta rota y el metal que protegía al disco a punto de desprenderse. Ese diskette de 3 1/2 tenía un fantástico juego que probaron en su vieja 486, ese juego era The Eternal Castle, que los enamoró hasta que el diskette dejó de funcionar. Años más tarde, algunos usuarios subirían a Internet una versión del juego pero que lamentablemente no funcionaba. 

El pequeño detalle de esa linda historia es que ese juego de 1987 nunca existió realmente, sino que todo fue creado para darle más encanto al título. Este remaster no es un remaster.

Si quieren leer la historia completa que cuentan sus devs, la pueden encontrar en los devlogs de Steam, que pueden leer aquí.

Un clásico moderno

Aunque visualmente, con su paleta de colores CGA, transmite todo su estilo retro, las animaciones son extremadamente fluidas y detalladas. ¿Detalladas? Sí, no estoy loco, aún con pixeles del tamaño de una casa y cuatro colores, la representación de la luz, los movimientos y las animaciones son fantásticas, más si tomamos en cuenta las limitaciones que se autoimpusieron sus desarrolladores.

Jugar The Eternal Castle me hizo recordar cuando vi por primera vez las obras del período blanco del artista venezolano Armando Reverón, época donde pintaba sobre tela de arpillera usando solo el color blanco, logrando de forma impresionante destilar la esencia de lo que buscaba plasmar en sus cuadros.

De la misma manera que los desarrolladores eligieron un estilo visual determinado, hay una clara decisión en el diseño de los controles. Estos podrían haber sido lo precisos que hubiesen querido, pero son toscos. Los que caímos mil veces al vacío en Prince of Persia los reconoceremos inmediatamente. Puede ser frustrante para algunos, pero para muchos, este es un hermoso viaje en el tiempo.

The Eternal Castle si bien es principalmente un juego de plataformas con una buena componente de acción, jefes incluídos, tiene una buena dosis de exploración. El juego recompensa a los más curiosos con upgrades y secretos pero terminar el juego no requiere tenerlos.

El título en sí es corto, podés pasarlo de punta a punta en unas 3 horas, pero si ya has leído otros de mis reviews, sabes que esa medida me parece irrelevante. Un juego puede durar 20 horas y ser aburrido, o tener 15 horas de más. A The Eternal Castle no le falta ni le sobra nada, dura lo que tiene que durar y la experiencia se ve beneficiada por ese motivo. Eso sí, si te interesa sacar absolutamente todos los trofeos, esas 3 horas se transformarán en 12, porque vas a necesitar completarlo varias veces.

Ya sea que hayas empezado a jugar videojuegos cuando venían en diskettes o solo hace unos pocos años, The Eternal Castle [REMASTERED] es un título que te recomiendo jugar. Podrá no ser el mejor juego de plataformas que jugarás, podrá no tener el mejor diseño, pero es un ejemplo extraordinario de cómo se puede transmitir tanto con tan poco.