SHODAN ha regresado
El remake de System Shock ya se encuentra disponible, una versión muy fiel al original. La estuvimos probando y te contamos si es la mejor forma de disfrutar de este gran clásico.
¿Sabes que tienen en común The Last of Us Part II, Dishonored, Bioshock, Deus Ex, Transistor y Alien Isolation? Todos ellos usan, para su primera puerta, el código de seguridad 451. Esta referencia fue utilizada por System Shock y apunta al fantástico Fahrenheit 451 de Ray Bradbury. Es tanta la influencia de este juego, y la obra, que muchos títulos siguen usándolo como homenaje a ambos.
Las generaciones más jóvenes probablemente hayan escuchado hablar de System Shock, pero es difícil que lo hayan jugado. Este remake busca cambiar eso, acercarlo a un público joven, y para ello moderniza el emblemático título de 1994, de una forma que busca permanecer lo más fiel posible al original. Si bien hay mejoras puntuales, sigue siendo, a grandes rasgos, la misma experiencia, pero más bonita, que tuvimos hace ya 29 años, para bien y para “mal”.
La historia del juego ya la habrán escuchado o leído muchas veces en obras cyberpunk. En System Shock, eres un hacker que termina siendo capturado al intentar robar un implante de la TriOptimum Corporation y eres trasladado a Saturno, donde se encuentra la Citadel Station de la empresa. Ahí, te hacen una de esas ofertas que no podés rechazar. Te dan dos opciones, eliminar las restricciones éticas de la inteligencia artificial que controla la estación o nunca más salir de ahí. No solo eso, como premio, te van a colocar los implantes que querías robar. La recuperación de la operación implica 6 meses dormido, con el juego comenzando su acción al despertar en el ala médica de la estación.
Como imaginarán, ese cambio en la AI, tiene sus consecuencias, y así es como conocemos a uno de los enemigos más emblemáticos de los videojuegos. SHODAN. Mientras te recuperabas, la AI decidió tomar el control de la base, usando a los humanos como esclavos y guardias, modificándolos con implantes y controlándolos como zombies. Buscando sobrevivir el ataque tanto de robots y orgánicos, vas a tener que moverte por toda la laberíntica estación y así derrotar a SHODAN. Tus acciones te llevarán a recorrer diferentes niveles de la Citadel Station, pero también una representación de la red de la nave, que en este remake nos recuerda a otro gran clásico, Descent.
La discusión sobre el enfoque que deberían tener los remakes es infinita, por un lado, la conservación del juego original, por otro, la re-imaginación del juego modernizando aspectos de jugabilidad para mejorar la experiencia. En algún punto de las aproximadamente 20 horas que estarás dando vuelta por los nueve pisos de la estación, es hasta casi inevitable desear que Nightdive Studios hubiese llevado a cabo su visión de cambiar algunas cosas. Es más, en algún momento lo hicieron, pero fue justamente por eso que pausaron el desarrollo del juego, para volver a enfocarse en la visión original que los llevó a financiarse a través de Kickstarter.
De rehacer este juego, conservando su esencia, probablemente nos encontraríamos con una navegación mejorada en un diseño de la estación menos laberíntica, con mejor interconexión entre sus diferentes niveles, para que el backtracking no fuese tan complicado, una mejor interfaz que pudiese ser más accesible de usar con un control (sin dudas les recomendamos usar mouse y teclado) y enemigos con una mejor IA, digna de SHODAN. Es muy bueno conservar los clásicos que tanto han influido sobre generaciones de desarrolladores y jugadores, aunque hoy ciertas decisiones de diseño no parezcan las más adecuadas. ¿Necesita System Shock una reinvención? A nosotros no nos molestaría en lo más mínimo, pero no cambia nuestra recomendación de jugarlo en su visión original.
Esta versión que finalmente pudimos jugar es muy fiel a lo que recordamos, aunque debemos confesar que ya perdimos la cuenta de hace cuántos años disfrutamos de este RPG en primera persona. Con la misma gran historia, gráficos modernizados, una mejor iluminación y ambientación, una interfaz algo más amigable y una excelente performance, esta es, sin dudas, la mejor forma de jugar System Shock en 2023.