Samsung Galaxy Z Fold 4: to fold or not to fold
Los teléfonos plegables traen diversidad a un mercado estancado, con mucho potencial para los gamers. Lo inevitable es preguntarse si es un formato al que te acostumbrarías fácilmente. ¡Lo probamos y nos sacamos todas las dudas!
Creemos que es prácticamente imposible ser apático a los teléfonos plegables. Nuestro corazón de geek clama por un teléfono tan diferente, pero nuestra cabeza, y el bolsillo, nos hacían dudar de los práctico o útil que podía resultar en el día a día. Después de una larga prueba, estamos listos para nuestro veredicto.
¿Hace falta hablar de especificaciones técnicas?
Somos geeks pero sabemos que al final del día, independiente de mostrarles la tabla de especificaciones, lo que interesa es cómo se comporta en el uso de las aplicaciones más exigentes. El Fold 4 se ríe en la cara de todos y cada uno de los desafíos que le planteamos.
No notamos lag en su desempeño, demoras al abrir aplicaciones o problemas de performance en todo lo que le tiramos, desde Youtube u Office hasta Genshin Impact o Modern Warfare. Absolutamente todo corre bien, fluido y está entre las mejores experiencias que podés encontrar en el ecosistema Android.
Su elevado precio es acorde a la tecnología que incorpora. Sus 263 gramos esconden un procesador Qualcomm SM8475 Snapdragon 8+ Gen 1 de 4 nm, Wi-Fi 6e, 12 GB de RAM, al menos 256 GB de almacenamiento, pantalla interna de 7.6 pulgadas que abarca 183.2 cm2 con una resolución de 1812 x 2176 pixels y una densidad de 373ppi y una pantalla externa de 6.2 pulgadas, 904 x 2316 pixels y una alargada relación de aspecto 23.1:9. Trae USB-C como es ya standard pero no puerto para auriculares y posee un lector de huellas digitales en su botón lateral. Protección IPX8 (1.5 metros bajo el agua durante 30 minutos).
Cámaras: un buen salto en calidad, con limitaciones
Al menos en los teléfonos tradicionales, para muchos la principal razón para impulsarnos a cambiar de teléfono es las mejoras en las cámaras de fotos y en ese aspecto hay muy buenas noticias. El Fold 4 recibe una buena actualización respecto a su predecesor que pone las cámaras a la altura del Galaxy S22. Buena definición de día o noche, colores vibrantes como suele entregar Samsung y muchas formas de sacar una selfie, unas mejores que otras.
Vale la pena aclarar que el 30X es lindo en papel, pero en la práctica los resultados son variados, lo que nos hace recomendar no usarlo demasiado, ya que los detalles se pierden rápidamente.
El teléfono cuenta con 3 cámaras traseras. La principal de 50 MP, f/1.8 y 23mm, posee PDAF y estabilización óptica del sensor, algo que posee también su cámara telefoto, de 10 MP, f/2.4 y 66mm que provee un zoom óptico de 3x. La tercera cámara es un gran angular de 12 MP, f/2.2 y 12mm. Podés grabar video en 4K@60fps, 1080p@60/240fps y 720p a unos impresionantes 960fps.
¿Vieron que dijimos que hay muchas formas de sacarse una selfie con el Fold? Bueno, posee debajo de la pantalla una de 4 MP, f/1.8 y 26mm que no es nada del otro mundo, pero funciona bien para videoconferencias. En la parte externa usa una de 10 MP, f/2.2 y 24mm, que es capaz de grabar video en 4K@30/60fps o 1080p@30/60fps. Pero la mejor, sin dudas, es cuando abres el teléfono, activas la pantalla externa y usas la principal de 50MP. Como sucede al consumir contenidos, la posibilidad de cerrar levemente el teléfono hace que sea fácil mantenerlo de pie en cualquier superficie plana, ideal para las fotos grupales.
El Fold 4 está entre los mejores teléfonos del mercado en lo que a cámaras se refiere, siempre y cuándo te mantengas dentro de sus límites y cámaras principales.
Hora de jugar
Al fin y al cabo este es un sitio de videojuegos, así que vayamos a lo que más nos interesa. Ya algo mencionamos antes, el Fold 4 se nos murió de la risa en la cara cuando quisimos exigirlo al máximo. En cuanto a juegos, todo anda perfecto. Si queremos ir al detalle, les podemos contar que corre todo tan bien como un Galaxy S22 y está apenas por debajo en potencia de un iPhone 13, pero marca una gran diferencia, obviamente, con su enorme pantalla.
Algo clave a la hora de jugar es que el teléfono no parezca que se va a derretir. Con su procesador más moderno no levanta tanta temperatura como teléfonos que salieron en la primera mitad del 2022 con el Snapdragon 8 Gen 1. Después de media hora de juego, si bien está caliente, está lejos de ser un problema y estas relativamente bajas temperaturas le permiten seguir entregando buen framerate por períodos prolongados de tiempo.
El diferencial, con mayúsculas, es que jugar en la gran pantalla se siente fantástico. La diferencia con un teléfono tradicional es más que notoria, y cuesta volver de esto a una pantalla “chica”. Eso sí, por defecto, algunos juegos cortan la imagen para mostrarse a pantalla completa o cambian el FOV. Si no te gusta esto, la buena noticia es que desde la configuración del teléfono vas a poder cambiar como se comporta cada aplicación por separado. ¿Querés que Genshin Impact se vea a pantalla completa, pero PUBG en 16:9 o 4:3? No hay problema.
Lo que no suele funcionar bien es que los juegos no reescalan sus instancias en forma dinámica, por lo que no siempre vas a poder seguir una partida de la pantalla externa a la interna. Básicamente el teléfono abre otra instancia nueva por defecto, pero tenés la posibilidad de experimentar con esto y habilitar esta funcionalidad caso a caso.
Mención especial sale para los emuladores. Al igual que con el Flip, estos teléfonos plegables invitan a configurarlos para aprovechar su espacio o formato para que asemejen a una consola portátil o para aprovechar su relación de pantalla para ver los juegos mejor, pudiendo incluso poner los controles fuera de la imagen.
Con muy poco trabajo, podés tener tu Fold 4 con toda la pinta de una Nintendo DS o 3DS, que hace jugar a muchos clásicos algo especial. La potencia de este plegable es tal que incluso la gran mayoría de los juegos de MAME, Playstation 1 o 2 y hasta Switch, corren bien.
Está claro que cualquier teléfono tope de gama moderno debería poder correr bien los emuladores, pero el Fold 4 te da una experiencia que está muy por arriba de la pantalla 16:9. A menos que uses controles externos, la posibilidad de quitarlos del espacio de juego es más que bienvenida y la relación de pantalla más cuadrada es casi perfecta para los clásicos de los arcades.
Experiencia de uso
Este es probablemente el punto más controversial y personal sobre el teléfono. El Fold 4 es un teléfono diferente, con un formato que todavía está cambiando, evolucionando, para adoptar lo que seguramente será su forma definitiva. Hoy los teléfonos “tradicionales” son prácticamente todos iguales, estamos en el punto que ya parecería quedar muy poco por inventar en este aspecto, pero los plegables tienen un buen camino por recorrer todavía.
Físicamente, el Fold 4 es un teléfono pesado, aunque si bien puede ser algo que te llame la atención al principio, no nos resultó incómodo. Donde no nos terminamos de acostumbrar es con su grosor, prácticamente el doble de un teléfono común. Si sos de llevar el teléfono en tu bolsillo, resulta algo incómodo y la sensación que lo podés dañar en algún momento no nos la pudimos sacar de la cabeza en las dos semanas que lo llevamos encima.
Samsung optó por una bisagra que debe abrirse con las dos manos tanto en el nuevo Fold como el Flip. El gran beneficio de este sistema es que se queda en la posición que elijas. Es el ying-yang del teléfono, una ventaja que viene casada con su desventaja. Está claro que para eso sirve la pantalla externa, para usarlo de forma “tradicional”, pero el formato 23.1:9 de esa pantalla, el grosor y el peso del teléfono, hace que esa experiencia no sea la ideal. Tal vez sea un tema de tiempo, al fin y al cabo, el hombre es un animal de costumbre.
El Fold 4 brilla abierto, donde su pantalla OLED con sus 120Hz de refresco y 7.6 pulgadas hace que consumir contenido sea algo simplemente fantástico. Lo único que se interpone en esto es el pliego de la pantalla. Dependiendo del color de fondo de la pantalla o como pega la luz sobre esta, el pliego pasa desapercibido o se nota. Pero sea visible o no, la realidad es que se siente al tacto. Cuánto te moleste es cuestión muy personal. Hablando con otros usuarios de teléfonos plegables, nos encontramos con sensaciones bastante disímiles. Algunos lo toman como algo inherente del diseño y lo aceptan para ganar en los beneficios del formato, otros disfrutan el teléfono por su tecnología de punta pero sufren en el proceso. La realidad, como dijimos antes, este es un formato en evolución, que irá mejorando en cada iteración, y ese pliego, esperamos, irá desapareciendo junto con algunas limitaciones del software.
Hablando de esto, hay que mencionar que el Fold 4 usa Android 12L, donde la L es de “large screen”. Esta versión modificada de Android junto a un nuevo taskbar hacen que la experiencia sea muy buena, pero no todas las apps la aprovechan del todo. Hablemos de esto con un poco más de detalle.
Multitasking. Podes correr hasta tres aplicaciones en la pantalla, pero probablemente no tengas más de dos así sin que las interfases sufran un poco. Es bastante simple de usar y te permite ver video mientras navegas redes sociales o pasar fotos a un correo de la manera más simple que hayas tenido en un teléfono. Una vez que pruebas estas cosas cuesta volver atrás.
Modo Flex. Aprovechando la bisagra fija de Samsung, es muy cómodo apoyar el teléfono plegado y de forma inteligente la pantalla se divide en dos mostrando, por ejemplo en Twitch o Youtube, video en la parte superior y comentarios o descripciones en la inferior.
Estos modos de consumir contenido cuando funcionan bien son excelentes, pero todavía la experiencia no es perfecta. Hay algunos bugs en la interfaz, especialmente al cerrar o abrir el teléfono, y hay aplicaciones como Netflix que directamente no soporta ser usada en modo multitasking o flex, así que nada de Netflix and chill con eso.
Conclusiones
Los teléfonos plegables como el Samsung Galaxy Z Fold 4 son de lo más relevante que ha llegado al mercado de móviles en los últimos años. Aunque no te parezcan la mejor opción, son importantes para darle variedad a un mercado que puede parecer estancado.
Esta gran diferenciación, que es su punto fuerte, es también lo que lo hace difícil de masificar, junto a su alto precio. Nuestro interés siempre fue alto, pero de la misma forma teníamos muchas dudas si un formato así fuese realmente práctico en el día a día. La única forma de convencerse por una u otra cosa parece ser probándolo.
En nuestro caso, muchas de las dudas que teníamos se disiparon rápidamente. Siendo fanáticos de la tecnología, el Fold 4 nos atrapó por lo novedoso y las posibilidades que permite a la hora de consumir contenido o trabajar. El pliegue nos molesta, pero al igual que cuando compramos nuestro primer casco de realidad virtual, lo consideramos parte de las cosas que sabemos que tenemos que soportar en un producto tan nuevo en su vida.
Aunque está en constante evolución, el hardware de los plegables llega solo hasta un punto, el software es la clave para que un producto así brille o fracase. Google y Samsung están haciendo muy buenos progresos en este aspecto y pasan con muy buena nota esta prueba. El modo flex es práctico y el multitasking con ese tamaño de pantalla se vuelve útil y ahorra tiempo.
Si te interesa para jugar, solo podemos decir que hoy por hoy, le damos el título al lider absoluto en este aspecto, en especial si te gustan los emuladores. La gran pantalla y la versatilidad hacen que jugar en el Fold 4 no tenga competencia.
¿Es el Fold 4 el teléfono ideal para vos? Hoy, la mejor respuesta que podemos dar es que hay veces que debemos perder para ganar. Peso y practicidad, el pliegue y la posibilidad de usarlo cómodamente con una mano, contra productividad y una pantalla ideal para trabajar, consumir contenido o jugar. Para nosotros, la balanza se inclina por lo segundo, y nos podemos imaginar fácilmente usándolo como teléfono principal.