PS5 Pro: la grieta, números y elucubraciones

No es la primera vez que Sony lanza una consola Pro, pero esta vez, la recepción no fue la esperada. ¿A quién está dirigida la consola? ¿Es esto una prueba para tantear futuros aumentos?

Este 10 de septiembre Sony anunció, sin demasiados bombos y platillos, la Playstation 5 Pro. En vez de ser noticia todo lo que brinda, el grueso de la charla se dio a modo de debate, o mejor dicho, de una grieta enorme, por su precio de $700, sin base y sin lector de discos.

¿Es este el punto más importante a discutir? Muchos dirán que sí, pero al final del día hay mucho más detrás de esto que un simple precio.

Antes de entrar en la polémica, vale aclarar que la PS5 Pro no viene a reemplazar a la PS5, sino que van a coexistir en el mercado. La Pro no volverá obsoleta a su hermana menor, ni tendrá exclusivos que no estarán disponibles en ella, simplemente, viene a ocupar otro lugar.

Ahora sí, es hora de la grieta, un poco de estadísticas y algunas elucubraciones.

La PS4 tuvo también su edición Pro y, según lo que se sabe, representó un 15% del total de las ventas de esa familia de consolas. Es decir, de los 117 millones de consolas vendidas, 17.5 millones fueron Pro. Esta consola salió a la venta a finales de 2016, 3 años después del debut de la generación. ¿La gran diferencia? Debutó al mismo precio de una PS4, y esta recibió una reducción de precio. Hoy, la PS5 mantiene su precio y la Pro se coloca más de un 50% por encima de esta.

Con el paso del tiempo, sabremos si este precio permite a la PS5 Pro alcanzar ese mismo 15%, pero lo relevante es que, aunque eso se mantenga, dice mucho del efecto de una consola de este tipo en la generación. Básicamente, más del 80% de la gente no le ve suficiente valor agregado para justificar el cambio. Si con esta presentación solo podías pensar en lo exorbitante del precio, es muy seguro que simplemente pertenezcas a ese 85% de jugadores, y eso no es un problema.

Por otro lado, hay un 15% de personas a las que realmente no les importa demasiado el precio de venta de la consola, solo les importa tener lo mejor y lo último, y eso tampoco debería ser un problema.

Lo mismo podríamos decir con las tarjetas de video, es difícil justificar la compra racional de una nVidia 4090, pero eso no significa que no se vendan o que no deban existir.

¿Tiene sentido el precio de esos objetos de deseo? Desde la vista de un tema de costos y márgenes similares al resto de los productos de su familia, no, pero es simple, lo mejor cuesta caro, ahí los márgenes son mayores, no se espera vender volumen. La PS5 Pro, la nVidia 4090 o el auto generalista con un motor un poco más potente, son el Grundig moderno, son el “caro pero el mejor” (si no entendiste esto, no debés tener ninguna cana, no te preocupes!).

Es mejor que ni entremos a discutir los precios regionales. Ayer se repitió hasta el cansancio que nadie pagaría ese precio, pero tal vez no se dieron cuenta que en mercados como Argentina, hoy una PS5 normal cuesta $1.000 y en Brasil unos $800, y se venden, paises donde el ingreso promedio es considerablemente menor al de países donde la nueva Pro va a costar $700.

Otro punto a discutir es si la base de usuarios tiene mucho margen de crecimiento, los números dan a entender que no, y en este escenario, productos como la PS5 Pro vienen a tentar a usuarios existentes, a generar más ingresos sobre esos mismos usuarios existentes.

Por último, y aunque esto solo lo sabe Sony, existe también la posibilidad que estén más que conscientes que el precio está por arriba de lo razonable incluso para el mercado objetivo, pero estén tomando este lanzamiento como una prueba de mercado, analizando la elasticidad de los precios y determinar cuánto estarán dispuestos a pagar los usuarios por una nueva consola. Ya hemos escuchado varias veces que los juegos AAA deberían costar más de $60, es cuestión de tiempo que lo mismo escuchemos sobre las consolas, no creen?

En los próximos meses, seguramente iremos conociendo números de ventas de la PS5 Pro, sabremos si Sony sigue convencido con su estrategia o retocará los precios de la familia de consolas y veremos si empezamos o no a escuchar los comentarios que los aumentos de precios son inevitables y necesarios.