Modern Warfare III: una campaña con doble personalidad

Jugamos de forma anticipada la campaña del más reciente Call of Duty y nos encontramos con una experiencia que va a traer mucha discusión, no por lo breve, sino por dos diferentes tipos de misiones que van a generar bastante discusión.

Si le podemos dar un premio a Sledgehammer Games sería por haber hecho, probablemente, una de las campañas más polarizantes de un Call of Duty en mucho tiempo. Sin muchas dudas el motivo, independientemente de su longitud, recaerá en su doble personalidad, que la hace bastante despareja. Tiene muy bueno niveles de jugabilidad clásica, donde la fórmula entre acción y cut-scenes funciona tan bien como siempre, y otros que buscan acercar la experiencia single-player al estilo de Warzone, y funcionan, para nuestro gusto, bastante mal.

Empecemos hablando de lo bueno. Como es costumbre, la producción de Call of Duty es superlativa en muchos aspectos. Gráficos, animaciones, voiceovers, sonidos, sensaciones de las armas, todo sobresale, es difícil encontrar una crítica en estos apartados. Si bien no deberías esperar demasiadas diferencias respecto a los anteriores “nuevos” Modern Warfare, pequeños ajustes mejoran la experiencia, algo que ya encontramos en nuestras excelentes primeras impresiones de su modo multiplayer, y del que hablaremos más adelante en una reseña en detalle de la versión final.

Donde la experiencia single-player está a la altura de lo que esperamos de un CoD es en las misiones de estilo clásico. Si, esas que son lineales, con muchos eventos predeterminados, cut-scenes y algún elemento que las hace diferentes. Entre ellas sobresale Frozen Tundra, con buena acción y un par de sorpresas.

El otro tipo de misiones son las denominadas “open-combat”, donde el juego te da la opción de encarar las cosas de diferentes maneras. Podés optar por el sigilo, un ataque completamente frontal o a la distancia con un buen sniper. El detalle es que arrancas siempre sin opciones de armas y a lo largo del mapa, estarán diseminados unos 20 items que te dejarán cambiar tu estrategia, o si no podés completar la misión, comenzarla con un nuevo loadout. Sí, esto busca asemejarse a Warzone, y lo hace, pero el resultado final tropieza varias veces en el camino. 

Hay dos cosas que juegan en contra a este estilo de misiones. Por un lado, podés haber avanzado bastante en la misión, pero si morís, seguramente vas a tener que comenzarla de cero. La diferencia en tu siguiente intento es que el mapa mantendrá lo que has descubierto y las armas desbloqueadas estarán disponibles para seleccionar al comienzo de la misión, pero tener que volver a atravesar de forma sigilosa todo puede frustrar a más de uno, abandonando esa estrategia para darse cuenta que la IA no es tan desafiante como para no dejar todo cuidado de lado y correr por el nivel directo al objetivo, disparando a todo lo que se mueva. Por otro lado, aunque muy relacionado al punto anterior, la IA sigue siendo bastante básica como en pasadas entregas, combinada con grandes volúmenes de enemigos para buscar aumentar el desafío, algo que tarde o temprano hace que, aunque busques hacer las cosas en silencio, tengas que caer en tiroteos masivo.

Si estas misiones “open-combat” hubiesen sido usadas de forma esporádica, probablemente no estaríamos criticándolas tanto, pero de las 14 misiones que trae la campaña de Modern Warfare III, 6 son bajo esta modalidad (1 se trata de caminar lejos de la gente para que no te descubran, y vamos a optar por ignorarla para no escribir un artículo entero hablando de ella). La única que realmente nos pareció que aprovechaba la fórmula al máximo fue Highrise, donde vas a tener que subir una torre de un edificio al mejor estilo de la película The Raid, es divertida, te invita a tomar diferentes caminos y la acción es de lo mejor de toda la campaña.

Como mencionamos antes, Modern Warfare III parece brillar por su multiplayer, y la gran mayoría la gente que vaya a comprar el juego, lo harán por este aspecto. Para ellos, la campaña suma algo, no es la más memorable de la saga, pero te brinda algo más a la experiencia en línea. Si no caes en esta categoría, nos cuesta recomendártela. Dependiendo del nivel de dificultad que elijas, la campaña te dará unas 5 o 6 horas de entretenimiento como máximo, lo que no sería un gran problema si fuese brillante, pero sufre de ser muy irregular, abusando de las misiones “open-combat” que pueden hacerte suspirar, y no de emoción, cuando veas esto reflejado en el título de una nueva misión.

 

Nota 10/11/2023: Luego de publicar la reseña, Bloomberg publicó un artículo basado en entrevistas a varios desarrolladores de Sledgehammer, donde confirman que el juego había sido pensado inicialmente como un DLC y que su desarrollo llevó año y medio, la mitad de lo que un juego completo de CoD suele llevar. Esto confirma muchos de los rumores que venían dando vueltas, y explica tal vez lo irregular de la campaña, su duración y el abuso de un tipo de misiones que opacan lo que la saga viene entregando normalmente en este aspecto.