Metal Hellsinger VR

Si mezclamos buenas canciones metaleras, Doom y Guitar Hero, tenemos todos los ingredientes para un magnífico juego. ¿Qué tal resulta ser esta receta al final del día? Te lo contamos.

Cuando un juego logra meterte en esa zona mágica donde todo funciona bien, donde todo encastra y sale la inevitable sonrisa, es para aplaudir. Una vez que le agarrás la mano, Metal Hellsinger VR logra esa sensación, aunque no tan regularmente como esperaríamos.

Para los que no lo conocen, el juego podría describirse como la combinación del renovado Doom y un juego de ritmos como Guitar Hero. Este first person shooter premia cuando logras impactar a tus enemigos coincidiendo con el ritmo de su banda sonora metalera, no solo porque harás más daño, sino porque la música va tomando fuerza, sumando instrumentos o voces. Siendo amantes del buen metal, esto es casi un sueño hecho realidad.

Una vez que lográs encadenar varios golpes y combos en el momento justo, el juego cobra nueva vida y te vas a sentir que estás en esa zona fantástica donde pensás que nada puede detenerte. El problema es que a veces es el mismo juego que te detiene, porque hay algunos bugs que necesitan ser corregidos. Los más notorios son que tu personaje se traba en algunas escaleras por ejemplo y algunos enemigos sufren de lo mismo, o la recarga de ciertas armas que no siempre logramos activar, mucho menos coincidiendo con el ritmo de las canciones para hacer incluso más daño.

Si bien el juego está disponible para PC, PSVR2 y Meta Quest, nuestras pruebas fueron con este último. Tanto en PC como PSVR2 el juego se ve muy bien, sin ser revolucionario en este aspecto, en el Quest 3 deja un poco que desear. No hay forma de tener la misma fidelidad, eso es claro, pero las texturas de baja resolución y la poca fluidez en los movimientos de los enemigos no dan la mejor sensación que esperábamos para un juego de este calibre.

Como solemos hacer cuando reseñamos juegos de realidad virtual, vale aclarar que Metal Hellsinger no es super amigable para los que no tienen el estómago acostumbrado a estas experiencias. En nuestro caso, no sentimos molestia alguna, pero somos poco sensibles en general a esto y tenemos años jugando en VR. Hay varias opciones para hacer la experiencia confortable, cómo la ya estándar visión de túnel cuando te movés o hacés un dash, pero sus rápidos movimientos pueden afectar a más de uno. Definitivamente no es el juego para mostrarle cómo es el VR a alguien que nunca utilizó un casco.

Como la gran mayoría de los títulos VR, siempre está la opción de jugarlo sentado, pero la realidad es que con la cantidad de enemigos que aparecen de todos lados, más en los niveles finales, este es un título para jugar parado para poder rotar fácilmente en cualquier dirección.

El juego dura, dependiendo de la dificultad que elijas y tu habilidad, entre 2 y como mucho 4 horas, pasando todos los niveles una vez y desbloqueando las armas que te ofrece. Para buscar que sigas jugándolo, Hellsinger te da la opción de poder aplicar modificadores o desafíos a los niveles que ya pasaste, aunque no siempre esto resulta tan atractivo como esperábamos, en parte por su poca variedad de enemigos.

La gran banda sonora y lo bien que funciona la fórmula cuando todo encastra como esperas, hacen querer que Metal Hellsinger VR sea perfecto, pero lamentablemente entre su corta duración y algunos bugs, la experiencia general termina sufriendo un poco. Es un buen juego que con más contenido y algunas mejoras, puede ser grandioso.