Lucy Dreaming: un nuevo clásico?
El 2022 ha sido un gran año para los amantes de las aventuras gráficas, y Lucy Dreaming se coloca entre las mejores que podés jugar con su gran sentido del humor, creatividad y desafío.
Este parece ser un fantástico año para los amantes de las aventuras gráficas. Hemos podido jugar, contra todo pronóstico, un nuevo y magnífico Monkey Island, pero también han salido juegos sobresalientes como NORCO o IMMORTALITY y a la lista de grandes recomendados del 2022, hay que sumar Lucy Dreaming.
El juego tiene tres pilares que lo hacen una verdadera joya indie. Podríamos haber incluido su estilo gráfico, que parece salido de uno de los clásicos juegos de Lucas, pero, aunque es uno de sus buenos atributos, tiene mejores y más memorables.
El primero de la lista es un sentido del humor simplemente exquisito. El famoso “humor inglés” del que muchas veces escuchamos hablar está en todas las interacciones, descripciones, diálogos y situaciones. Aunque hay algunos pequeños detalles que seguro tienen mucho más sentido para los jugadores del Reino Unido, disfrutamos y nos reímos durante todo el tiempo que lo jugamos.
En segundo lugar, hay que mencionar a la buena selección de puzles, que logran un muy buen equilibrio. No son tan difíciles como para trabar tu progreso, pero a su vez sientes una buena gratificación al descifrarlos. Como ya es habitual en las aventuras gráficas más modernas, Lucy Dreaming cuenta con un sistema de ayudas. No te da pistas concretas o te dice abiertamente cómo resolver un puzle al que no le encuentras la vuelta, pero si te marca los puntos pendientes de interacción en la pantalla de necesitarlo, que sirve para orientarte cuando más lo necesitas.
El último punto se lo lleva la creatividad que Tall Story Games le imprimió al juego. Lucy Dreaming es un juego con dos caras, por así decirlo. Por un lado, vas a buscar resolver un antiguo misterio de asesinato en tu pueblo, pero por otro, vas a poder visitar el mundo de las pesadillas de Lucy. El juego comienza en una de estas, recurrente para Lucy, pero gracias al consejo de un libro de psicología, encontraremos la forma de armar una “caja de sueños” que puede alterar nuestros sueños. Dependiendo de lo que pongamos en esta caja, al dormir podremos visitar la otra mitad del juego, que ocurre completamente en las diversas pesadillas de Lucy. Estos dos mundos funcionan de forma entrelazada, y aunque no comparten el inventario de nuestro personaje, podremos resolver algunos puzles con información que encontraremos en su contraparte. Este manejo de dos realidades hace que el juego pueda presentarte en tus pesadillas situaciones y puzles más absurdos, pero no menos entretenidos.
Como cereza arriba del helado, aparte de estos tres grandes pilares, el juego está lleno de easter-eggs y referencias. Juguetes, posters, personajes y diálogos creativos te van a sacar una buena sonrisa durante, al menos, unas 7 u 8 horas que te puede llevar superar todos los desafíos, más si te tomas las cosas con calma.
Con un estilo gráfico muy fiel al estilo de los grandes clásicos de LucasArts, excelentes puzles y un sentido del humor impecable, esta aventura gráfica con “doble personalidad” es uno de los imperdibles del año para los fans del género.