Heaven’s Vault: una aventura gráfica diferente
Cada año podemos contar con los dedos de una sola mano los juegos que aportan algo diferente. Heaven’s Vault es uno de esos pocos.
Con los juegos muchas veces pasa lo mismo que con las películas, hay ocaciones en las que uno termina sintiendo que es difícil conseguir ejemplos que se salgan del típico molde, el que funciona, el que recauda. Buenos títulos hay muchos, pero juegos realmente diferentes al año se cuentan con los dedos de una mano. Heaven’s Vault es uno de esos pocos.
Inkle nos trae un título de ficción interactiva que te pone en los zapatos de una arqueóloga en un universo donde el espacio es navegado en barcos a vela por ríos que unen diferentes lunas. La historia empieza obligándonos a regañadientes a ayudar a nuestra madre adoptiva. Nos piden encontrar a un especialista en robótica que anda desaparecido, pero esto será el punto de partida para descubrir la historia de desaparecidos imperios y encontrar la forma de traducir todo un idioma basado en símbolos.
Esta reconstrucción del idioma es el corazón del juego y aunque al principio nos tenga adivinando, a medida que avancemos en el juego, recogiendo fragmentos de libros y hallazgos arqueológicos, vamos a ir de a poco encontrando su lógica, reconociendo piezas claves del lenguaje y ahí es donde Heaven’s Vault logra hacernos tener un sentimiento de realización excelente.
Lo que les tengo que advertir es que si bien a mí me enganchó por completo, entra en esos títulos que son medio polarizantes, o lo amas o lo odias. El juego es lento, no hay mucha acción y los tramos donde tenés que ir navegando entre las lunas, aunque puedan parecer interesantes al principio, se vuelven algo insufrible al poco tiempo. No siempre tenés la opción que tu fiel robot te lleve en un fast-travel hasta tu destino y podés estar hasta cinco minutos yendo de un punto a otro del mapa. Este es el punto más flojo del juego, sin dudas, y necesitaría urgente acortar estos viajes e incluso permitir solo dedicarte a interactuar con los diálogos mientras el barco navega en piloto automático, como dejan hacer los más recientes Assassin’s Creed.
Edición al 23/4: Mi gran problema con Heaven's Vault, la imposibilidad de usar siempre un fast travel para eliminar los viajes interminables por la nebulosa una vez avanzado el juego, fue implementado en un update. Ahora, si ya descubriste un camino, la opción que tu robot te lleve está siempre presente.
Pero con viajes soporíferos y todo, la historia va desarrollándose de forma que te atrapa y dónde vas a ir volviendo a tus hallazgos de frases para ir armando el rompecabezas que es el idioma de los antiguos. En algunos momentos, la historia hasta parece pasar a segundo plano, porque el desafío de ir confirmando palabras que antes eran irreconocibles es todo un desafío.
Aunque seguramente vas a empezar enfocando el descubrimiento de los símbolos por el contexto, es decir, si estás analizando una frase en una espada o una jarra de agua, o si es una pieza del imperio o referente a un Dios, va a llegar un momento que vas a poder identificar símbolos que significan que están en tiempo pasado, verbos, negaciones o que dos conceptos están unidos en una sola palabra. Todo esto funciona de forma magistral en este título y es lo que lo hace tan único y diferente.
Como toda aventura gráfica, la rejugabilidad no es el fuerte, pero Heaven's Vault tiene un NG+ donde arrancas nuevamente la historia sin perder todas las palabras que lograste identificar y dándote frases más complejas para dilucidar. Si estás buscando el platino, vas a poder elegir un segundo final, y ser un poco más mercenario con los objetos que vayas recuperando, algo necesario para lograr el trofeo.
Si estás cansado de siempre jugar a lo mismo y si no te aburren los juegos con un ritmo más lento, Heaven’s Vault es un título diferente que debería estar en tu librería. Por mi parte, aplaudo de pie su enfoque y haberse jugado en aportar algo nuevo al género de las aventuras gráficas.