Guardianes de la Galaxia: nuestro review
Con una gran historia y horas de diálogos fantásticos de esta disfuncional familia, Eidos nos trae una gran aventura single-player que no deberías dejar pasar.
Gracias al éxito de la película de James Gunn, muchos conocieron a este particular grupo de héroes que a su manera tratan de salvar el Universo aunque tengan mil tropiezos y decisiones cuestionables en el medio. Tarde o temprano sabíamos que iban a tener su videojuego y aunque existían algunas dudas después del irregular juego de Avengers, la mejor noticia es que Eidos Montreal logra plasmar en una buena historia el buen sentido del humor de esta familia disfuncional para lograr así un muy buen juego.
El juego arranca en un punto alto, dando una buena idea de lo que podremos esperar al jugarlo. La cámara nos muestra que estamos en la casa de Peter Quill, para ponernos en la piel del futuro pirata cuando era solo un adolescente escuchando la banda Star Lord a todo volumen en su fiel walkman. Todos los detalles que vemos en su cuarto, la interacción con el walkman, su mamá, son una muestra del cuidado que Eidos le ha puesto a todo, la forma en que nos hará querer más a estos personajes. Lo que resulta un flashback desaparece abruptamente para comenzar así con nuestro actual trabajo, que obviamente, siendo los Guardianes de la Galaxia, saldrá mal. Será hora de buscar soluciones a los problemas que inevitablemente seguiremos generando nosotros mismos tratando.
Guardians of the Galaxy tiene dos puntos fuertes que lo empujan durante toda su duración y son su historia y sus personajes. Bueno, eso y su fantástica música!
Como les decía antes, esta aventura es solo single-player, lo que la vuelve de alguna manera en el opuesto completo al título previo de Square Enix. Aquí no hay héroes para desbloquear, mundo abierto, ni un endgame ni modo cooperativo en línea. Guardians of the Galaxy es un juego 100% single-player lineal, donde controlarás exclusivamente a Peter Quill aunque casi siempre tendrás a tu lado a Rocket, Groot, Gamora y Drax para ayudarte tanto en las partes de acción como las de plataformas.
La compañía del resto del equipo es clave en muchos aspectos. Durante las peleas, vas a tener la posibilidad de activar sus movimientos especiales o hacer en conjunto algunos finishers. En las secciones de plataformas o puzles cada uno tiene habilidades que podrás usar para acceder a puntos del mapa que solo no podrías. Pero sin dudas, lo mejor de la compañía constante de ellos son los diálogos casi continuos, con excelente sentido del humor. La literalidad absoluta de Drax, las ganas de Rocket de volar todo por los aires, el enojo de Gamora o un I am Groot en el momento clave hacen de cada momento sin acción lo mejor del juego. Hay ocasiones en que los personajes hablan entre ellos y como líder podés intervenir para dar tu opinión, desarmar una discusión, mandarle la parte o tomar una decisión, como la de dejar que Drax lance por los aires a Rocket para activar una plataforma, algo que tu amigo te va a reclamar durante media hora.
Estos diálogos son en el tono que hemos visto en las películas, pero Eidos logró algo muy bueno en el sentido en que son sus personajes, desde lo estético hasta en sus particularidades.
Entre misiones, cuando el juego suele dejarte en la nave, tenés la oportunidad de hablar un poco más con cada miembro del equipo. La Milano es parte fundamental del viaje de esta familia, que en el juego tendrá muchas risas pero también se unirá hablando de sus pérdidas, de sus traumas y sus luchas internas, para salir fortalecida.
Si la historia y los personajes son el punto fuerte del juego, qué pasa con la acción? La acción se vuelve buena, pero tiene algunos problemas. El principal es que tarda un poco en volverse interesante y desafiante. Una vez que los Guardianes adquieren más habilidades y los enemigos empiezan a contar con escudos o debilidades específicas a tus armas con daño elemental, el juego toma ritmo y te hace tener que aplicar las habilidades de forma estratégica. En lo personal, no fue algo que me molestó demasiado, porque la historia y los diálogos fueron siempre los que me impulsaron a seguir adelante, aunque la acción se hiciese esperar. Lo que si resulta algo raro y no se soluciona en ningún momento es que tus compañeros se teletransportan a veces para ejecutar tus comandos y se ve bastante clipping, que hacen al juego no verse tan bien. En la acción, el clipping no es terrible tal vez, pero en cutscenes y diálogos sigue sucediendo, distrae, y para un juego de este calibre es casi imperdonable.
Les dije que entre los puntos fuertes del juego estaba la música y sin dudas es uno de los pilares de la experiencia. Incluso cuando estás en medio de una pelea, al llenar una barra de energía vas a poder convocar al equipo para escucharlos y motivarlos. Si elegís el diálogo incorrecto, igual recuperarás tu vida, pero con la elección adecuada, todos llenarán su vida y poderes, para darte una ventaja, pero lo mejor de todo, es que esto hará que Peter musicalice la pelea con algún buen éxito de los 80s. No hay nada como enfrentar a unos fanáticos religiosos mientras suena Where Eagles Dare de Maiden. En la Milano tenés al alcance la posibilidad de escuchar la OST completa, para disfrutar de Blondie, Tears for Fears, KISS, Mötley Crüe, Rick Astley, A-ha, Billy Idol y muchos otros.
Aunque cuando fue anunciado era inevitable pensar que Guardians of the Galaxy podría repetir algunos de los errores que cometió el juego de Avengers, la realidad no podría estar más lejos de esto. Las aventuras de esta familia disfuncional nos traen una gran historia, con horas de buenos diálogos, risas e introspección y una acción que va de menos a más. Eidos hizo las cosas muy bien y esperamos que nos sigan sorprendiendo así a futuro.