Dawn of Ragnarok
Ubisoft nos invita a volver a Assassin's Creed: Valhalla para tomar el rol de Odin, rescatar a nuestro hijo e intentar impedir el fin del mundo.
Assassin's Creed Valhalla no para de crecer. Ya era un juego masivo, con decenas de horas de contenido contando las aventuras de Eivor y ahora da un paso más con el lanzamiento de Dawn of Ragnarok, una expansión de unas 20 horas de duración que te pondrá nuevamente en el rol de Odin, abrazando completamente la mitología y algunas nuevas dinámicas de juego.
Ya en el juego base habíamos tenido la oportunidad de pasearnos por Asgard y Jotunheim, algo que aportaba un buen cambio a las aventuras en Inglaterra. Con este tercer DLC, los que se habían quedado con ganas de más acción centrada en la fantasía, van a estar de festejo. La historia comienza con el rapto de Baldr, hijo del padre de todo, a manos de Surtr. Odin, en su obsesión por evitar el Ragnarok, buscará rescatarlo, ya que su muerte es uno de los eventos que desataría el fin del mundo.
La mitología nórdica es apasionante y tiene elementos infinitos para contar en cientos de juegos, con personajes muy interesantes que tienen muchas historias para contar. En este aspecto, nos hubiese encantado que el juego se hubiese tomado algo más de tiempo para hablar sobre Baldr, el segundo hijo de Odin y Dios de la paz, la luz y el perdón. El creía que era inmortal, ya que su madre había hecho prometer a todas las criaturas y armas que no dañarían a su hijo. El único que no había hecho semejante promesa había sido el muérdago, algo que Loki, quién más, descubre y usa para crear una flecha que Hoor, el hermano ciego de Baldr, usaría para herirlo de muerte.
Tanto Surtr como su esposa e hijos presentan una buena historia y no son los típicos malos, aquí cada uno tiene sus motivaciones y hacen de la expansión algo más interesante que un "rescate de la princesa". Lo mismo sucede con los enanos, los pobladores originales de las tierras donde transcurre el DLC, donde cada uno aporta una visión diferente a la situación.
¿Qué hay de nuevo en la expansión?
Siendo un Dios, era esperable que tuviésemos a nuestro alcance algunos poderes que Eivor solo podría soñar poseer. Aún con todas estas nuevas habilidades, el core del juego sigue siendo el mismo, la acción no difiere de la que ya conocemos así como la exploración del mundo. La dinámica de identificar objetivos en el mapa, buscar tesoros y puntos de referencia, sigue siendo la misma que le funcionó tan bien a AC: Valhalla. Vas a encontrar diferentes enemigos especiales y más poderosos en Svarfenheim, así como lo hiciste en Inglaterra, que agregan un buen desafío en los viajes.
El punto fuerte novedoso viene de la mano de Hugr-Rip, un brazalete que te permitirá robar ciertas habilidades de tus enemigos, como la posibilidad de caminar sobre lava y así acceder a ciertos puntos del mapa o hacerte pasar por enemigos para poder infiltrarte en campamentos sin ser detectado. Quizás uno de los más útiles es que podrás ganar un poder para transformarte en un cuervo, pudiendo alcanzar puntos estratégicos para comenzar tus ataques, o simplemente para moverte de forma más rápida en el mapa. Eso sí, solo vas a poder usar dos de estos poderes a la vez y la forma de cambiarlos es encontrando un enemigo que posea el poder que quieres para volver a robarlo, algo que termina afectando la dinámica.
Una expansión para los que terminaron la historia
Dawn of Ragnarok está diseñado para ser una expansión para los jugadores que ya se encuentran en el endgame de Valhalla y nuestra recomendación es que solo al llegar a ese punto lo comiences. Aunque el juego da una opción de obtener un boost de nivel y te presta una armadura acorde a ese nivel, que solo podrás usar dentro de la expansión, si vas a conservar el conservar el nivel elevado cuando vuelvas a tomar el rol de Eivor, afectando todo el balance del juego base.
Con cada nueva entrega, Assassin’s Creed sigue afianzando la renovada fórmula que debutó con Origins. Dawn of Ragnarok hace algunos pequeños aportes pero sigue funcionando como el juego base al que pertenece, con 20 horas de exploración, acción e historia para los que han venido disfrutando Valhalla. La oportunidad de volver a tomar el rol de Odin en un mundo maravilloso, a veces hermoso, con montañas hechas de oro y enormes estatuas hechas a la semejanza de sus creadores, los enanos, y otras amenazante, es una que nos invita siempre a volver por más.