Alan Wake 2: la estamos pasando mal, y eso es muy bueno

La esperada continuación de un juego emblema de Remedy se hizo esperar, pero vuelve con todo. Estas son nuestras primeras impresiones.

Tenemos un “problema” con los juegos o películas de terror y podemos meter a Alan Wake 2 dentro de esos casos. Ya han sido varias las ocasiones donde jugándolo en una habitación oscura y con audífonos, la experiencia es tan buena, donde la tensión va creciendo, que los desarrolladores logran su cometido y con imágenes o sorpresas te hacen saltar del asiento. No es constante, pero nos encontramos que en momentos claves no la estamos pasando bien y eso habla muy bien del juego.

Sin lugar a dudas, lo que ayuda en parte a lograr esto es un apartado técnico impecable. Lo hemos estado jugando para PS5 y lo ubicamos entre los mejores ejemplos de lo que esta generación de consolas debería poder mostrar en juegos de este calibre. Sobresale gráficamente donde la iluminación juego un rol clave.

Pero los mejores gráficos no garantizan nada y Remedy sobresale en lo que sabe hacer, contar historias. Comparado con el primer Alan Wake, esta continuación muestra todo lo que evolucionó el estudio, todo lo que aprendió, y es superior a la primera parte de esta historia en todo sentido, no hay ni punto de comparación.

¿Hace falta jugar Alan Wake 1?

Si bien el mismo Remedy dio a entender que no era necesario, nos parece importante recomendarles que conozcan la historia. Hay muchas referencias, personajes y eventos basados tanto en los eventos del primer juego como AWE, el DLC de Control y al recordar sus detalles van a disfrutar y entender mucho más lo que está pasando.

Hay un video oficial de Remedy, bastante breve, que sirve a modo de resumen, pero la comunidad se ha encargado de hacer resúmenes mucho más detallados. Saber sobre Alan, porqué está donde está, el balance que necesita el Dark Place, Cauldron Lake, Zane, Alice, Mr. Scratch y muchos otros más es importante.

Un juego dividido en dos

La historia comienza con Saga Anderson del FBI, que junto a su compañero Alex Casey (¿les suena el nombre?), llegan a Bright Falls, la ciudad del primer juego, para buscar resolver un asesinato realizado por el Culto del Árbol. Como es de esperar, lo sobrenatural se empieza a entrelazar con el mundo real, donde comienza la magia de Remedy, e iremos viendo como la historia se entrelaza con Alan Wake. Él también es un personaje jugable, que continúa atrapado en el Dark Place, esta vez en una versión sobrenatural y oscura de Nueva York.

Las dinámicas de juego con ambos personajes son similares en su concepción, por ejemplo, las partes de acción en ambos mundos usan la misma dinámica, pero con enemigos que se comportan de forma diferente. Saga necesita encontrar llaves y cortadores de cadenas para desbloquear nuevas áreas, Alan utiliza fuentes de luz para romper con la oscuridad y acceder a nuevas partes de NY. Donde las cosas se vuelven más interesantes es en otros aspectos de juego.

Saga es nuestra detective, que está buscando piezas del rompecabezas, pistas, para resolver la motivación del culto. Con ella recorreremos escenas de crimen, entrevistaremos diferentes personajes e iremos ordenando ideas para dar con los responsables. Aquí hay que hacer un paréntesis de una decisión de diseño que sobresale, sobre el llamado Mind Place.

En lugar de tener un menú con los objetivos o la colección de información que fuiste encontrando, Remedy te deja abstraerte de lo que pasa a tu alrededor y, sin pausar el juego, Saga accede a su espacio mental, donde visualiza las pistas que ha encontrado, analiza a los diferentes personajes y puede acceder a las grabaciones y manuscritos. Con tocar un botón, el mundo se desvanece y te encontrás en medio de una oficina, con una pizarra para ordenar las pistas de los casos, que te irán liberando opciones de diálogos y objetivos para proseguir.

Alan Wake, por su lado, siendo el escritor detrás de lo que pasa en este mundo, es capaz de reescribir los eventos. Estos momentos de inspiración de Alan sirven también para experimentar y probar de todo. Aprovechando la velocidad de carga de los discos SSD, requisito obligatorio para jugarlo, Remedy cambia de forma dinámica los escenarios o te abre caminos en función de estas “reescrituras”.

El cambio entre Alan y Saga no es forzado, teniendo la libertad de acceder a uno u otro a través de lugares específicos en ambos mundos. Una dinámica similar es usada para grabar el progreso, algo que criticamos un poco. La falta de posibilidad de grabar en cualquier punto nos terminó frustrando un poco, siendo un juego que premia la exploración, en algunas oportunidades nos encontramos teniendo que repetir los pasos de media hora de juego perdido o teniendo que volver a ordenar las pistas en el Mind Palace.

Por si no lo sabías, todos estos eventos transcurren dentro del universo narrativo de Remedy, por lo que vas a encontrar al Federal Bureau de Control metiendo sus narices en los eventos del juego. Hay varios guiños a otros personajes de juegos del estudio que no son parte de las licencias bajo su poder, como el compañero de Saga, con la apariencia de Sam Lake, el director creativo de Remedy, que es la imagen viva de Max Payne. También encontrarás a Shawn Ashmore, el actor de Quantum Break.

La acción del juego será para muchos, tal vez, otro punto débil del juego. Hay que entender que Alan Wake 2 no es un shooter de precisión, esto es un juego de survival horror, con recursos escasos. Tu personaje no tiene la mejor puntería y vas a errar tiros, el juego está diseñado así. Una vez que internalices esto, si es que te molesta al principio, y uses bastante más de lo que crees el botón para esquivar, vas a pasarla mejor.

Una experiencia audiovisual excelente

Como dijimos al principio de la reseña, Remedy es un estudio que ha evolucionado y perfeccionado lo que lo hace único. Sabe contar historias, pero también es superlativo en como maneja la ambientación y la cadencia. La forma en que superpone voces y videos funciona mejor que nunca. Así como el uso de escenas de live action, como vimos en Control, pero llevadas a un nivel superior. Hay varios momentos a destacar, pero no queremos arruinarte sorpresas. Solo vamos a decirles que disfruten el show de Mr. Door (si, ese que mencionan en Control).

Otra dinámica ya utilizada que es parte del sello del estudio son las canciones entre capítulos y aquí hacemos otra recomendación. No dejen de prestar atención a algunas de la letras!

Conclusiones

Alan Wake 2 se coloca entre los mejores juegos del año, técnicamente sobresale, pero, por sobre todo, marca una nueva evolución de Remedy Entertainment en su forma de ambientar, de contar historias. Esta es una experiencia audiovisual fantástica que deberías jugar aunque no seas el mayor fanático de los survival horror. No es un juego de esos para relajarse después de un día difícil, acá todo es tensión al extremo. Es un juego diseñado para que no la pases bien, y eso es algo que logra con creces.