Nintendo nos recuerda que lo digital no es nuestro
Hoy cierra el Wii Store Channel y desaparece con eso la posibilidad de descargar todas las compras digitales que hayas hecho para la clásica consola de Nintendo que vendió más de 100 millones de unidades a nivel mundial.
Nintendo parecería nunca haber entendido de qué se trata el mundo online, o si pensamos mal, podemos decir que lo entiende perfectamente pero toma decisiones en función de sus intereses exclusivamente sin pensar en sus clientes. Hoy oficialmente se cierra la tienda de la Wii y todos los que compraron un juego en el pasado en formato digital más vale que lo tengan instalado y nunca necesiten reinstalarlo, porque simplemente no van a poder.
Estamos claros que la Wii tiene muchos años en el mercado y ya no se fabrica más, es razonable que en algún momento deje de tener actualizaciones y soporte, pero esto va mucho más lejos. Con esta movida se deja colgados a cualquiera que haya comprado un título online.
Tal vez no se dieron cuenta, pero en realidad les acabo de decir una mentira. Aunque nadie se preocupe en aclararlo abiertamente, el software no es tuyo. Así de simple. Lo que está haciendo Nintendo hoy es perfectamente legal, y no es la primera ni será la última empresa que lo haga.
Hace poco tiempo, la empresa japonesa puso a todo su ejército de abogados para acabar con los sitios de descargas de ROMs, algo que está en todo su derecho de hacer, porque nos guste o no, ese contenido es ilegal. Ahora, si al menos existiese una alternativa legal para poder jugar a todos esos juegos de pasadas generaciones de consolas, nadie podría decir nada, pero con decisiones como la de hoy, se va directamente en contra de la posibilidad de conservar de alguna manera las creaciones de muchos buenos desarrolladores.
¿Imagínense que mañana desaparezca Steam y le tengan que decir adiós a sus librerías de juegos? ¿Y si no es Steam pero la Epic Store con sus nuevos exclusivos? Es necesario encontrar una forma de conservar nuestras librerías, de poder preservar juegos históricos, conocidos y desconocidos. Si las empresas no lo quieren hacer, al menos deberían permitir la emulación y la conservación de los ROMs por parte de la comunidad.