Hablemos de The Last of Us Parte 2, con spoilers, muchos spoilers

Tenía que escribir un review de semejante juego, pero más ganas tenía de poder escribir sobre su impacto y sus detalles, pero no podía hacerlo sin spoilers. Este artículo es para los que ya lo terminaron.

Una forma de darte cuenta del impacto que tiene un juego es de la cantidad de ruido y discusión que genera. De la misma manera que lo podemos ver con cada película de Star Wars, con The Last of Us hemos encontrado muy buenas argumentaciones a favor y en contra del camino elegido por Naughty Dog. Yo estoy entre los primeros, para mí, con errores incluidos, TLOU2 es un juego fantástico, duro y muy relevante para la industria, que va a cambiar, para bien, lo que podemos esperar de los próximos triple A.

Como lo dije en mi review sin spoilers, lo más interesante que tenía para contar del juego no puede ser dicho sin incluir muchos detalles de la historia, por lo que decidí dividir en dos mis comentarios. Este segundo artículo se centra en mis sentimientos al jugarlo y cómo cambiaron al finalizarlo, cómo me dejó horas pensando, cómo disparó horas y horas de discusiones e intercambios con amigos sobre las implicaciones de las acciones de estos queridos viejos y nuevos personajes.

Antes de adentrarme en la historia, va un comentario sobre lo técnico y lo importante que resulta para transmitir todo lo que quieren hacernos llegar los actores y el director. Una escena que ilustra esto muy bien es, durante el primer día en Seattle, cuando Ellie encuentra una guitarra y comienza a tocar los primeros acordes de Future Days de Pearl Jam, la canción que Joel le toca sobre el miedo a perderla. En esa misma escena, Ellie toca para Dina Take on me y es simplemente maravilloso como se transmiten los sentimientos entre ellas. La forma en que Dina mira las manos de Ellie, sus ojos, cómo le brillan los ojos con emoción en ese momento de tranquilidad, de pausa en la acción, lleno de tristeza, de amor, todo en el medio del caos, es simplemente fantástico. Aunque nos gusta decir, y lo creo, que lo importante es la historia y no la tecnología, es esta la que en estos momentos te muestra que es una gran herramienta para comunicar de forma magnífica la escena y los sentimientos. El juego está lleno de esto.

Aunque el tono del juego es duro, triste, agotador, está lleno de momentos mágicos, como el museo. Todo ese flashback es fantástico, nos recuerda a momentos mejores, con los personajes que llegamos a querer en el primer juego, un Joel redimido, una Ellie más relajada, menos rota por este mundo terrible que le tocó vivir. Las muecas frente al espejo, los chistes entre ellos, el regalo perfecto, son todas partes de un momento maravilloso.

Las misiones por sí solas también son muy buenas, especialmente disfruté, después de aceptar que no iba a saber por un buen rato qué sucedía con Ellie y Tommy, la acción con Abby. El escape en el bosque, las vistas en los rascacielos, la fobia a las alturas, el enfrentamiento con Tommy y su rifle de francotirador, el escape en el pueblo en llamas, todas son excelentes. Pero estas mismas misiones, o su cantidad, son parte del problema que tuve con el juego. Una vez que lo terminé y reflexioné sobre todo lo que pasé, llegué a la conclusión que ese problema es una contraparte de una historia que me atrapó por completo, en la que Naughty Dog decide dejarte por horas esperando por un desenlace. 

Mi primera reacción al tomar el control de Abby y ver que todo parecía arrancar de nuevo fue terrible. Seattle día uno, árbol nuevo de habilidades a desbloquear, no podía ser… Por suerte, a medida que fui conociendo a Abby, esa sensación desaparecía. Con cada misión, con cada flashback, más quería saber que pasaba con ella, qué había vivido. Hasta la acción era mejor. Abby es un verdadero tanque, muy opuesto a lo que es Ellie, que se destaca en el sigilo. Abby es más parecida a Joel de TLOU1, con armas similares a las que usa Ellie pero diferentes, como el arco y flecha y la ballesta. Abby es demoledora.

Me fui de tema, volvamos a la historia porque voy a terminar escribiendo 10 tomos del juego sino y ustedes se van a aburrir.

Aunque las primeras impresiones que tuvimos era que TLOU2 era un juego de venganza, tengo que decir que al igual que el uno, es un juego de historias de amor.  El amor que nos hace actuar sin pensar, para bien y para mal. La gran diferencia respecto a la primera entrega es que vemos dos caras de una misma moneda. El viaje de Abby termina siendo como el de Joel, uno de redención. El viaje de Ellie es de caída libre, con una venganza ciega, por amor a esa figura paternal que le es arrebatada frente a sus ojos.

Es muy hábil como Naughty Dog nos presenta a Abby, en su punto más bajo, diseñada para caernos mal. Abby es la villana que es fácil odiar, hasta que la conocemos. Si conociésemos a Ellie como es hasta el final de su último enfrentamiento con Abby, tampoco nos caería bien. Como espectadores nos gustan las historias de venganza, al fin y al cabo, no nos importa si John Wick era bueno o malo, queremos que mate a todos. Lo mismo nos pasó en Kill Bill. Ninguno de ellos era bueno antes, pero nos pusimos de su lado en la historia. Abby y Ellie son dos caras de esa historia.

TLOU2 incomoda porque te saca completamente fuera de tu zona de confort, te muestra dos formas de ver un mismo evento, una historia donde no hay villanos. Dicen que el malo es el bueno de su película, y tanto Joel como Ellie y Abby por su parte, están convencidos que lo que están haciendo es correcto, es justicia, es redención.

Aquí no hay puntos extras o achievements por sigilo o matar a 5 personas con una granada, esto no se trata de eso. Es un juego violento que, a diferencia del uno, le da una cara más visible a los “enemigos”, tienen nombre, sabes que muchas de estas personas son de alguna forma parecidas a vos, con sus motivaciones, errores, todos están rotos. Bueno, todos menos los enemigos del final, esos merecen toda la furia de Ellie, Abby y John Wick juntos.

En el juego vemos como Abby, que su único objetivo en la vida era destruir a Joel, termina perdonándole la vida a Ellie, así rompe el círculo, crece de alguna manera. No podemos decir lo mismo de Ellie hasta el final del juego. ¿Perdona a Abby porque también se dio cuenta que tiene que romper ese círculo? No estoy tan seguro. De la misma manera que no estoy seguro adonde se dirige Ellie. Dina ya le dijo que si se iba todo terminaba entre ellas. Ellie podría tratar de ir a Jackson para intentar recuperarla, pedir perdón o vagar sin rumbo.

Ese final es desgarrador, triste, pero desde mi punto de vista, el final correcto. Duele verlo. Duele ver a personajes que llegaste a querer tan rotos. Ellie pierde todo, pierde la poca alegría que tenía, pierde al amor de su vida, pierde hasta la posibilidad de tocar la guitarra y recordar a Joel.

Si TLOU1 fue un final perfecto, de un modo este final también lo es. Opuestos, pero relacionados. El amor de un padre, el amor de un hijo. Infinito, para bien y para mal, haciéndonos tomar las decisiones correctas y muchas incorrectas, no lógicas, pero por sentimientos, que te vuelven ciego a muchas cosas. Con el primero me quedé con un lindo sentimiento, con este con una tristeza profunda.

 

PS: Para los fans de Stephen King les dejo un comentario. Cuando Ellie al final del juego pierde los dedos, me hizo inmediatamente relacionarla con Roland, el gunslinger de la saga de La Torre Oscura. Para Roland, no había nada más importante que la torre, su obsesión fue su fin, trajo la muerte de todos los que amaba. Al igual que él, Ellie va por ese mismo oscuro camino, dañada, eligiendo abandonar a sus amigos con tal de estar un paso más cerca de su objetivo.