Nioh 2, un referente del género

Con acertadas mejoras en el combate y el diseño de niveles y enemigos, Nioh 2 sigue refinando su fórmula para mantenerse como uno de los referentes del género.

Cuando Sekiro no existía, yo era uno de los que pedía a gritos que From Software eligiese hacer un juego basado en la historia y cultura japonesa. Con el fantástico Nioh fue Team Ninja que me concedió ese deseo en 2017. Tres años después y con millones de copias vendidas, llega una continuación que busca y logra crecer sobre excelentes bases.

Nioh 2 se enfoca en mejorar los pilares del juego: un combate fluido y desafiante y el diseño de los niveles y los enemigos. ¿Logra esto? Con creces, pero con estas mejoras y habiendo disfrutado tanto el primero, también resalta la necesidad de mejorar algunos aspectos para que alcance su máximo potencial.

El combate del primer juego funcionó a la perfección al permitirte alternar entre distintas posturas, esto hacía que aunque eligieses concentrarte en un tipo de arma específica, dependiendo del tipo de enemigo, podías adaptar tu forma de juego y la velocidad o intensidad de tus ataques para dominarlos. Adicional a esta dinámica, se suma que ahora tu personaje es mitad humano mitad demonio, por lo que vas a contar con ciertas habilidades que le dan más variedad a tus estrategias. Los amantes de Castlevania van seguro a reconocer algo familiar, porque a medida que derrotas ciertos enemigos, estos pueden llegar a darte habilidades que podés equipar, adquiriendo sus ataques característicos. Todo esto, más la adición de dos tipos nuevos de armas, donde se destaca la guadaña plegable que va a obligar a cualquier fan de Bloodborne a elegirla sin dudar, hacen que el combate sea más desafiante que nunca y por ende más satisfactorio.

La otra gran mejora que trae Nioh 2 está centrada en el diseño de sus niveles y enemigos. Esta vez, los escenarios tienen mayor verticalidad y son considerablemente más intrincados. Resulta interesante que algunas veces podés recorrer lo que parecen decenas de kilómetros para darte cuenta que el último atajo que desbloqueas para darte acceso al jefe del nivel en realidad te vuelve a dar acceso al punto de inicio del nivel, en el primer altar. Todo esto logra incentivarte a explorar los niveles hasta el último rincón, encontrando secretos y paredes asesinas o  buscando guiar a los simpáticos Kodama a los altares.

Respecto a los enemigos, está claro que el mayor énfasis se puso en los yokai, los enemigos humanos no innovan tanto, pero sin dudas los demonios representan un muy buen desafío, alguno extremo hasta que le encuentras un poco la vuelta - odié MUCHO a las medusas y a los enemigos alados que encontrás cerca de la quinta misión principal del juego, no llegaron a ser mi némesis, ese título lo siguen teniendo Smough y Ornstein.

Algo que me parece un cambio acertado es que hay más ayuda disponible para los que están sufriendo de más en el juego. Al igual que en el primer juego, usando las tazas Ochoko podés hacer convocar otros jugadores, la diferencia es que ahora el coop permite jugar con dos personas más en lugar de una. La forma de conseguir estas tazas es bastante simple, podés desafiar fantasmas de otros jugadores caídos en combate o comprarlas en los altares. Estos fantasmas aparecen representados en sus tumbas rojas en los mapas pero si ya jugaste al primer Nioh vas a encontrar algo nuevo, ciertas tumbas azules. Estos espíritus son representaciones de otros jugadores que pueden acompañarte hasta que mueras vos o ellos. Eso sí, va una advertencia, son manejados por una inteligencia artificial que parecería estar inspirada en Leeroy Jenkins, algo que no las hace ideales para tratar de enfrentarte de a pocos enemigos a la vez.

Estos buenos cambios y mejoras hacen que esté disfrutando mucho de Nioh 2, rage quits incluídos, pero no todo es perfecto. Team Ninja, si estás leyendo esto (¿?) tomá nota, estas son mis sugerencias para sacarte un 10 la próxima vez.

Muchos de los enemigos y algunos escenarios del primer Nioh son reutilizados en esta nueva entrega, algo que no es tan grave, pero sorprende un poco en un título de este nivel. Con lo extenso que es el juego, esperaba más variedad en este aspecto. Llega un punto en el que después de matar 600 Gakis no querés encontrarte más enemigos de este tipo en cada uno de los niveles. 

El hecho que los niveles sean autocontenidos y no puedas moverte libremente entre ellos hace que la historia sufra de alguna manera. Se termina sintiendo que más que una historia cohesiva y continua estamos viendo capítulos independientes no tan relacionados. 

Relacionado también a ese enfoque en los niveles viene lo que más le critico al juego. Una vez que empezaste un nivel no hay forma de salir de él sin perder todo el avance. ¿Por qué querrías hacerlo? Puede ser que te parezca difícil y quieras nivelar en otra área que conocés o quieras tomarte un descanso e ir a ayudar a un amigo en su progreso jugando coop. Esta decisión me cuesta entenderla porque principalmente perjudica considerablemente la posibilidad de jugar en línea. Hay dos opciones, o tenés que estar dispuesto a empezar de cero el nivel o tu amigo tiene que esperar a que mates al boss para coordinar y acompañarlo. Con lo extensos y a veces extremadamente difíciles niveles, esto es un punto negativo del juego que deberían cambiar cuanto antes.

Quejas más o quejas menos, lo que importa es que Nioh 2 es un juego muy bueno que supo reconocer lo que hizo bien para innovar el género y construyó sobre esa sólida base para darnos un gran desafío. No lo dejes pasar, es de lo mejor que ha salido en estos últimos meses.