Dragon Ball Z: Kakarot

Dragon Ball Z: Kakarot prometió superar la fórmula de los típicos juegos de acción de Dragon Ball con elementos de RPG y mundo abierto. El resultado es algo desparejo pero los fans van a encontrar muchas cosas que les hagan olvidar los puntos negativos.

Dragon Ball Z Kakarot es un juego algo irregular que tiene un gran punto a favor, encastra perfecto en la nostalgia por una de las series de anime con más seguidores del mundo. De forma acertada se apoya en eso para lograr convencerte de no soltar el control y poder revivir toda la genial saga de Dragon Ball Z.

Con algunas batallas muy buenas y excelentes gráficos como puntos altos y una repetitividad extrema junto a misiones secundarias aburridas como los más bajos, es algo difícil definir un puntaje para el juego. Por suerte, mis reviews no lo tienen, porque con Kakarot hubiese tardado más en determinar eso que en escribir el review.

A diferencia de otros  juegos de Dragon Ball que se centran casi exclusivamente en las peleas, DBZ Kakarot tiene dos pilares, peleas y exploración. DBZ Kakarot trató de darnos una experiencia diferente, prometió un mundo abierto, un RPG con árboles de habilidades, enemigos con diferentes niveles de dificultad rondando un extenso mapa. Con otro enfoque o habiendo pulido más algunas dinámicas, esto hubiese sido excelente, pero en su estado actual terminan perjudicando la experiencia.

Si analizamos al juego por separado, hay que decir que el aspecto de peleas 3D es bueno, más cuando replica enfrentamientos épicos con personajes que aprendimos a amar u odiar, con todos sus ataques característicos, tanto de aliados como enemigos. Hacer un kamehameha o transformarse en Super Saiyan nunca será aburrido. La exploración por su lado es muy floja, al punto en que cuesta entender que no hayan acortado muchas partes para hacer un juego mucho más entretenido. Hubiese preferido 20 horas de mejor contenido que las 40 que dura en este formato.

¿Será que estoy viejo para este juego?

No voy a empezar a decir de cómo se me complica encontrar 40 horas para dedicarle a un solo juego, porque es mentira, el problema no es la cantidad, sino que hoy para realmente engancharme espero una experiencia más uniforme. Hace unos cuantos años, con tal de recrear la saga de DBZ no me hubiese molestado nada. Por si me quedaba alguna duda de esto, como estamos en épocas de vacaciones, coincidí bastante para jugarlo con mi hijo, que a sus casi 12 años disfruta mucho de la serie y se acuerda mucho mejor que yo de varios detalles del anime.

Mientras nos turnábamos el control, le pedí en diferentes momentos del juego que me diga qué puntaje le daba, y aunque ese valor fue bajando levemente con el tiempo, arrancó con un 9 y terminó siendo un 8. Las peleas emblemáticas, las escenas, los diferentes personajes, volar por el mapa recolectando orbes lo engancharon. ¿Por qué bajó el puntaje entonces? Le empezaron a molestar un poco las misiones de recolectar ingredientes y cuando las hacía se desesperaba porque no podía buscar nada en el mapa sin que lo interrumpan 50 encuentros todos iguales. Pero con todo y eso, para él es un 8, sólido.

Yo si le hubiese bajado un punto más porque no incluyó el "it's over 9000!", hay líneas que no se cruzan...

Click, click, click

Párrafo aparte merece algo simplemente insoportable que parece caracterizar a varios juegos orientales, y que ya sufrí en menor medida en FighterZ. Con cada burbuja de diálogo hay que darle a un botón para continuar el diálogo. Esto hace que una experiencia que debería ser como ver el animé se transforme en algo insufrible, desesperante. Es directamente inconcebible que no exista una opción de eliminar estas pausas.

Al igual que el singleplayer de FighterZ, durante los mejores momentos, donde se recrea la historia del animé, en lugar de disfrutarlo, andás haciendo click click click para click poder leer click todo el click diálogo.

Esas infinitas pausas te hacen también notar los ángulos de cámara bastante extraños que parecerían haber sido elegidos para ahorrarse la animación de las caras de algunos personajes.

¿Y entonces? ¿Compramos o no?

Los fans del clásico anime de Akira Toriyama van a encontrar muchos más puntos positivos en la balanza que negativos. El universo de DBZ está muy bien recreado en Kakarot, en un formato de episodios la campaña recrea toda la saga Z, desde la llegada de Raditz a la Tierra hasta Buu. Vas a  poder recorrer la Tierra y los planetas Kaio y Namek, enfrentarte a muchos jefes que son lo más interesante del juego y con algo - o mucho - de paciencia, descubrir detalles adicionales de la saga que el mismo Toriyama contribuyó en algunas misiones secundarias.

Si veías de forma casual Dragon Ball y tenés alguna idea de las historias de Z, me cuesta más recomendarte el juego, porque vas a encontrarte con una experiencia muy irregular, las peleas con Vegeta, Cell o Buu te van a emocionar pero lo que pasa entre ellas es difícil de disfrutar.