Los piratas llegan a la Switch!

Con Assassin’s Creed: The Rebel Collection, la Nintendo Switch recibe un muy buen port de Black Flag y Rogue, que con todo su DLC te dan más de 100 horas de excelentes batallas navales.

Antes de empezar a jugar The Rebel Collection, tenía muchas dudas de cómo sería la experiencia luego de haber disfrutado tanto las últimas versiones de la fórmula de Assassin’s Creed que nos trajeron los fabulosos Origins y Odyssey. Releyendo mi reseña de Origins, era claro el porqué de esa duda, el review abría así:

“Hay veces que uno puede estar horas buscando la solución a un problema sin encontrarlo, pero después de un buen descanso, con la cabeza fresca, en cinco minutos encontrás lo que antes parecía invisible. Ubisoft decidió tomarse esta pausa con Assassin’s Creed y fue lo mejor que podría haber hecho ya que Origins, con todos sus defectos, es por lejos el mejor AC desde Black Flag.”

Voy a arrancar por disipar esas dudas. Aunque Origins y Odyssey son sin dudas mejores juegos, tanto Black Flag como Rogue se sienten vigentes, divertidos y de las mejores aventuras que Ubisoft nos trajo en los mares de este universo. Con Black Flag la saga tuvo un importante cambio y fue el gran responsable para que después de algunos traspiés volviese a ser un referente mientras que Rogue buscó darnos una visión a esta historia desde otro punto de vista.

Otro punto que preocupaba era cómo la consola portátil de Nintendo iba a poder correr dos juegos exigentes, que fueron diseñados para otras consolas y que en papel era una moneda al aire, ya hemos visto ejemplos de otros ports donde la performance era mala, los gráficos una sombra de sus originales o con grandes diferencias de desempeño en modo portátil o conectada al dock, y a veces todo lo anterior junto. Afortunadamente, se nota que Ubi le dedicó mucho tiempo y recursos para que la experiencia fuese excelente, tanto en su aspecto gráfico como en los cuadros por segundos que logra mantener el juego en todo momento y no solo cuando estás conectado al dock.

Para los que no conocen nada de estas entregas, acá va un resumen de los dos juegos que están enfocados en la batalla naval. Assassin’s Creed IV: Black Flag te pone en el rol del pirata Edward Kenway, un antepasado de Desmond Miles, que va a recorrer varias islas del caribe, incluídas Jamaica y Cuba, en sus aventuras mientras se enfrenta a los Templarios. La mitad del juego la vas a pasar en tu barco, el Jackdaw, navegando, cantando y combatiendo a la flota enemiga. La otra mitad estarás liberando islas, encontrando tesoros, siguiendo y asesinando, pero por sobre todo, algo fundamental, persiguiendo notas voladoras que desbloquean más canciones piratas para que tu tripulación cante en alta mar! El DLC incluido, Freedom Cry, que dura unas 6 horas, está protagonizado por Adéwalé, primer oficial de Kenway en el Jackdaw, que busca liberar a los esclavos de la zona para armar una milicia.

Por su parte, Rogue te pone a jugar del lado de los malos de la saga. Es la historia de Shay Cormac, un asesino que decide cambiarse de bando, por lo que aparte de las peleas navales, te vas a encontrar tratando de interceptar a otros asesinos antes que logren ejecutar sus misiones. A diferencia de Black Flag, si hay algún que otro aspecto técnico que no está tan bien logrado, pero que no son nuevos a este juego, ya que no fue la mejor entrega en otras consolas tampoco.

El bundle es sin dudas una excelente forma de conseguir dos muy buenos juegos a un muy buen precio, aunque Black Flag sea mejor que Rogue, este último es una buena entrega de la saga, y no olvidemos que todo el DLC viene incluido, por lo que la colección es más que atractiva. Entre ambos títulos, tenés unas 100 horas de muy buen entretenimiento. Black Flag con su DLC, Freedom Cry, te puede llevar unas 40 horas de punta a punta, o unas 60 si querés encontrar hasta el último cofre. Rogue por su lado te llevaría entre 20 y 40 horas.

Si tenés una Nintendo Switch, esta es sin duda la mejor entrega de Assassin’s Creed que está disponible hoy para la consola y no deberías dejarla pasar. Black Flag por si solo es uno de los clásicos de la saga, un título que vale la pena jugar de punta a punta, y aunque ya tiene 7 años sigue siendo muy disfrutable hoy en día.