FIFA 18, desde la perspectiva de un "Fifero casual"

Hay ciertas constantes en la vida: los impuestos, la muerte, y un nuevo FIFA todos los años. ¿Vale la pena comprar el nuevo FIFA 18? ¡Te lo contamos!

Hay ciertas constantes en la vida, los impuestos, la muerte (algunos van a decir otras cosas) y por supuesto: un nuevo FIFA todos los años. Los detractores de la saga suelen decir que poco y nada cambia de año a año, mientras que los fieles seguidores le suelen encontrar incontables mejoras. Y lo cierto es que, como todo en la vida, la verdad muchas veces está en un punto medio.

Los que juegan varios partidos por día ya no necesitan un review, ya prácticamente todos hicieron el salto a las nuevas versiones de su droga favorita, sea FIFA o PES. Esta reseña es para los que somos más casuales, que nos divertimos jugando un buen partido, especialmente con amigos y no solemos involucrarnos demasiado en los modos más competitivos del juego que, por cierto, suelen ser extremadamente adictivos.

En mi caso lo compré y después de unos cuantos partidos ganados, y más perdidos de los que voy a confesar acá, te voy a contar si vale la pena comprarlo este año, o si hacés bien en esperar a mejores novedades para el año que viene.

FIFA es sinónimo del mejor espectáculo

Hay un aspecto que ni el más ferviente defensor de PES te va discutir, ni poseído por un político en campaña se le va a ocurrir criticar la presentación y la forma que FIFA transmite toda la atmósfera de un partido de fútbol. Acá no hay competencia alguna, FIFA es impecable en este sentido desde hace tiempo, y este año sigue picando en punta sin que nadie se le acerque.

Las presentaciones de los equipos, los relatos, las repeticiones, todo es prácticamente perfecto. Con FIFA 18 siguen sumando pequeños detalles y otros gigantes, como las mejoras en las tribunas y los directores técnicos, que aunque no llegan a tener todo el detalle de los jugadores, están años luz respecto a los de FIFA 17.

Siendo el segundo año que EA usa el mismo engine de Battlefield para sus juegos de deportes, se empiezan a notar varias mejoras, si bien no hay una diferencia gráfica abismal, vas sin duda a notar mejores representaciones de los jugadores y sus animaciones, cada día son más realistas. Lo que diría que más cambió y se agradece es la iluminación.

Sentarte a jugar un partido se siente como todo un gran evento, te atrapa, te emociona y te hace querer salir a comerte la cancha.

Dentro de la cancha

Tanto EA como Konami buscan lograr un buen equilibrio entre simular el deporte y hacer un juego divertido y año tras año se nota que el juego se hace más rápido o más lento. FIFA este año se inclina por ser más lento, con jugadores que parecen ser más pesados por así decirlo. Esta combinación con una mayor dificultad para crear espacios hace que el juego sea algo diferente a su anterior entrega, y es uno de los factores que seguramente va a dividir las aguas. Algunos lo van a amar, otros lo van a odiar.

Yo estoy del primer lado, estos cambios son muy positivos. FIFA 18 busca ser más táctico y es algo que lo hace un mejor juego. Hay que trabajar más para armar una jugada y la recompensa se siente muy bien.

Lo que muchos le criticábamos a FIFA 17 era cierto lag en los controles. Si eso no hubiese cambiado, con un juego más táctico, las cosas serían catastróficas. Ya ese problema por suerte desapareció y no vas a tener problemas en disfrutar de un juego más dinámico, donde podés interrumpir acciones para hacer cambios rápidos de dirección por ejemplo.

Otra de las cosas que se agradece es la representación de los jugadores. No solo se parecen gráficamente a sus versiones reales, sino que ciertas características están mejor representadas que el año pasado, donde a veces podría darte la sensación de equipos llenos de jugadores “genéricos”. Este año será mejor que no le des ni medio centímetro de espacio a Cristiano Ronaldo o a Messi porque la vas a pasar mal, muy mal. Ya de por sí Ronaldo no me cae bien, escapándose y haciéndome goles por todos lados hizo que lo insulte como si fuese la final del mundo entre Argentina y Portugal.

Los que somos jugadores casuales y no conocemos de memoria las virtudes de cada jugador en cada equipo del mundo, aplaudimos de pie un gran cambio que los más hardcore no necesariamente apreciarán. En FIFA 18 hacer reemplazos rápidos de jugadores es casi inmediato y lleva un par de segundos. Cuando la computadora estima que es hora de mandar a alguien al vestuario, un rápido overlay te avisa que con presionar el gatillo derecho y aceptar vas a estar en un par de segundos haciendo un buen cambio, sin tener que navegar por menus y cortando la dinámica del juego.

The Journey, Ultimate Team y mucho más

Otro de las grandes diferencias que EA marca respecto a PES es que el juego no se limita a partidos o tornes aislados. Desde el año pasado FIFA incluye un modo historia y por suerte se nota que internamente pesa mucho, porque las mejoras respecto al anterior capítulo de la vida de Alex Hunter son notables. Con un muy buen uso del engine, buenos diálogos y la participación de los mejores jugadores del momento, The Journey es una gran experiencia.

Si a todo esto le sumamos la modalidad Ultimate Team y casi la garantía de buenos juegos en línea gracias al buen volumen de jugadores y la estabilidad de la conexión, se hace muy fácil recomendar a este juego.

¿Lo compro o me quedo con el anterior?

Si llegaron hasta acá ya se dieron cuenta que disfruté mucho todo lo que ofrece FIFA 18. Otros años hubiese sido más difícil responder esta pregunta, pero este año la cosa es más simple. ¡Compralo! Es un juego con pocos cambios a simple vista, pero los que se hicieron se hacen sentir. Es algo más lento y táctico, con controles que responden mejor, logrando hacerlo más divertido. Si le sumamos que crea la mejor representación del ambiente que tiene este deporte y modos de juego que te van a dar horas y horas de variedad, FIFA 18 es un muy buen upgrade.

¿No estás convencido? Descargate el demo y sacate las dudas pero te aviso, esto es un camino de ida.