Superhot llega a Switch, nuestro review

Uno de los FPS más innovadores de los últimos años hace el salto a la consola portátil de Nintendo. ¿Vale la pena volver a comprarlo?

El género de los FPS es de mis favoritos y aunque pueda pasar horas y horas disfrutando de diferentes títulos, hay que reconocer que el género no innovó mucho su fórmula en años, con una gran excepción. Esa excepción es Superhot, un fenomenal, aunque corto, juego que llega ahora a la Switch. ¿Vale la pena comprarlo?

Para los que no lo conocen o al menos no en detalle, les adelanto que la respuesta es muy fácil. Superhot es compra obligada, en especial en la Switch donde no hay muchas opciones dentro del género, y mucho menos tan diferentes.

El concepto de este FPS, que salió en PC y consolas en 2016, es tan simple como diferente: el tiempo solo avanza cuando vos te movés. Superhot busca acribillarte de todo los ángulos posibles, con enemigos que salen de cualquier lado, listos para disparar. Si lo jugases en tiempo real, deberías tener la velocidad de Bruce Lee para superarlo, pero congelando la acción cuando no te movés, la cosa cambia y podés ser Neo destrozando a mil agentes en The Matrix.

La estrategia consiste en saber cuándo acelerar el tiempo y cuándo frenarlo, dónde disparar anticipando el movimiento de tus enemigos porque las balas escasean, pero siempre estando atento a todo tu entorno, porque cualquier cosa que te toque hará que tengas que empezar el nivel de cero. Para liquidar a todo lo que se te cruce vas a tener a tu alcance armas y objetos que vas a encontrar o que vas a tener que quitarle a tus enemigos – eso más algunas habilidades que voy a dejar que descubras por tu cuenta para no arruinar la sorpresa.

De alguna manera, el equipo detrás de Superhot casi transformó a un FPS en un juego de peleas por turnos, y con eso nos trajeron una propuesta única en el mercado. Gráficamente también es muy diferente, y aunque podrías cometer el error de verlo simple, al menos personalmente me encanta su estilo. Todos sus niveles son monocromáticos, el único color lo aportan tus enemigos rojos y las trazas de sus balas.

El gran punto negativo es la duración de la campaña, algo que no cambió para este lanzamiento en la consola portátil de Nintendo. Eso sí, una vez que la superes las 30 misiones en aproximadamente 5 horas, existe una buena rejugabilidad, tanto para los niveles puntuales mediante varios desafíos como en un modo infinito, que te puede dar horas y horas extras de diversión.

Para los que ya lo jugaron, a menos que estén buscando poder disfrutarlo fuera de casa, no tiene mucho sentido volver a comprarlo. Ahora, si tuvieron la suerte de jugar la versión de realidad virtual, tienen que saber que la dinámica es la misma pero la historia no, así que es una buena oportunidad de encontrar más acción si se quedaron con ganas de más!