Forza Horizon 4: Lego Speed Champions
El mejor juguete del mundo se suma al mejor juego de carreras arcade del mercado, las expectativas son gigantes, hay forma de cumplirlas?
Hay una vara con la que estamos obligados a medir a todos los juegos de carreras arcade. Esa vara es Forza Motorsports. Aunque ha tenido bastante competencia, diría que nadie logra combinar esa excelente sensación de manejo, gráficos, variedad de contenido y diversión. Pero FH no solo tiene todo eso, sino que también se anima a sacar expansiones completamente diferentes. Lo hizo con Hot Wheels en su anterior juego y lo hace ahora con Lego Speed Champions.
No sé para ustedes, pero para mí, Lego es el mejor juguete de la historia. Pasé miles de horas de chico no solo siguiendo instrucciones para crear lo que se veía en la caja sino creando modificaciones para hacer mis propias versiones. De más grande, me regalaron un auto de la línea Lego Technic y fui el más feliz del mundo. Volante, motor, diferencial, caja de cambios, asientos reclinables, todo funcionaba como un auto de verdad.
Cuando durante E3 la gente de Microsoft anunciaba la expansión de Lego para Forza Horizon 4, empecé a contar los días para poder jugarlo.
Empecemos por lo bueno. El mundo de Lego se ve genial, especialmente cuando es de día donde se aprecian las texturas del plástico, que son perfectas, hasta con sus pequeñas rayas. Hay miles de detalles en todas las piezas, especialmente en tus autos, donde las partes transparentes dejan ver el código de cada pieza.
El mapa, aunque no es muy grande, es muy variado, tiene desiertos llenos de fósiles y ovnis, ciudades, playas con barcos piratas y aeropuertos, que se adaptan perfecto a las típicas carreras de Horizon, en circuitos o yendo de punta a punta del mapa. Irte de pista y ver todas las pequeñas piezas volando es genial.
Mi mayor crítica de esta expansión es por su poca cantidad de vehículos. Por algún motivo, la expansión tiene solo tres nuevos autos, que aunque son todos geniales y divertidos de manejar, te dejan pidiendo más. Vas a empezar con un Mini Cooper de 1967 y a medida que avanzas vas a poder desbloquear la clásica Ferrari F40. Llegando al final del DLC recibirás un impresionante McLaren Senna. Por este motivo, mientras recorres las carreteras de plástico del fabuloso mundo de Lego o cuando participas en carreras, los demás autos son siempre “reales”. La mezcla del mundo real con el de fantasía funciona bien, incluso cuando llevas tu auto de Lego a Gran Bretaña fuera de la expansión, pero hubiese sido feliz con más autos hechos con bloques daneses.
Aunque me queje de la falta de contenido, de algo que no puedo quejarme es de la diversión que me dio el DLC. Forza Horizon 4 es un juego fantástico y Lego Speed Champions no hace otra cosa que mejorarlo y darle más variedad.
Si tenemos suerte, en un futuro cercano los amigos de Playground podrían hacer un juego 100% Lego, dando rienda suelta a muchas más mecánicas, donde podamos no solo desbloquear autos conocidos sino hacer los nuestros con diferentes bloques. Forza Horizon es fantástico por sus sensaciones y carreras y Lego por la libertad que nos da de crear y modificar todo, un juego que mezcle esas dos cosas sería perfecto.