Assassin’s Creed Origins la renovación que la saga necesitaba

Luego de una necesaria pausa, Ubisoft hizo de Origins, con todos sus defectos, el mejor AC desde Black Flag.

Hay veces que uno puede estar horas buscando la solución a un problema sin encontrarlo, pero después de un buen descanso, con la cabeza fresca, en cinco minutos encontrás lo que antes parecía invisible. Ubisoft decidió tomarse esta pausa con Assassin’s Creed y fue lo mejor que podría haber hecho ya que Origins, con todos sus defectos, es por lejos el mejor AC desde Black Flag.

Si bien Origins sigue sintiéndose de alguna manera tan Assassin’s Creed como todos sus antecesores, hay muchos pequeños cambios que hacen una gran diferencia y que le dan vida nueva a una fórmula que parecía algo estancada.

Por lo general siempre arranco los reviews diciendo las cosas que más me gustaron de un juego. Probablemente sea porque esas primeras impresiones positivas te las llevás en los primeros minutos de contacto, donde los devs ponen más esfuerzo, donde todo está pulido, mucho antes que sientas que las misiones se vuelven repetitivas y la historia aburrida. Con Origins me pasó al revés, las cosas fueron de menor a mayor.

El juego arranca tratando de darte una rápida introducción a la historia de Bayek, nuestro personaje, pero es algo confusa, al punto que no se llega a entender bien qué motiva a nuestro guerrero a perseguir a la Order of the Ancients, unos enmascarados que están al acecho del Faraón Ptolemy. Sin tirar spoilers les adelanto que después todo irá quedando claro. Resulta que somos un Medjay, una especio de defensor del gobernante de Egipto, que está en un camino de venganza personal contra esta órden.

Una vez que tomás el control de Bayek comienza el obligado pero sutil tutorial, que en los 15 minutos que dura va a ayudarte a conocer las principales diferencias de este nuevo Assassin´s Creed con los anteriores. Todo arranca en una lucha a muerte con un guardaespaldas donde el nuevo sistema de pelea muestra todo el potencial que tiene. Ahora los enfrentamientos son más entretenidos, más desafiantes, pero también se ve que los movimientos y las reacciones de tu personaje podrían ser un poco más fluidos e inmediatos. Tal vez estemos mal acostumbrados a la perfecta exactitud de los últimos juegos de From Software, pero es un punto que deberían intentar mejorar en algún futuro parche. No es algo que torne las peleas en una eterna frustración, pero hay espacio para mejorar.

Después de derrotar a Hypatos el tutorial te lleva al terreno más conocido de AC. Explorar y trepar. Los cambios en Origins hacen que subir estructuras sea más fácil que nunca. Aunque elimina algunas de las frustraciones de entregas anteriores, simplifican un poco el desafío que existía de encontrar el camino adecuado para llegar a los puntos más altos.

¿Bugs? Ya son casi un clásico. Me encontré con varios en el primer rato de juego, algunos casi graciosos, otros molestos, pero ninguno que no me dejase disfrutar del juego. Algo que si molesta, pero más que nada porque rompe la dinámica del mundo, es la exageración de los NPCs cuando pasas corriendo a cierta distancia o como los atropellan otros NPCs en los caminos.

Y señoras y señores, acá se terminan mis críticas. Vieron, eran pocas… Ahora viene lo mejor.

Una vez que pasan esos primeros minutos de tutorial el juego te da total libertad para dar vueltas por el antiguo Egipto, que está recreado de forma fantástica, con mil detalles y unos gráficos impresionantes. En tus viajes desde inmensos desiertos hasta la Biblioteca de Alejandría, Origins brilla.

Este AC podría decirse que es el primero que trata de ser un RPG, con un buen sistema de loot, variedad de armas y un árbol de atributos para desbloquear que no solo te va a dejar armar el personaje de acuerdo a tu estilo de juego, sino que hace que sientas que Bayek siempre evoluciona.

Los escenarios son muy variados y el mapa gigante, tanto que aunque termines la historia principal, probablemente no hayas visto ni la mitad del mundo. Un gran punto a favor es que aunque las áreas son tan bastas, prácticamente no hay pantallas de carga salvo cuando hay transiciones entre cutscenes y gameplay. Esto, sumado a que las torres ya no son clave para desbloquear el mapa, hacen que la exploración sea uno de los puntos más fuertes del juego. Hace tiempo que no me perdía deambulando por el mundo de un AC, haciendo incontables misiones secundarias y pasándola tan bien.

Las misiones, como los escenarios, son variadas, mucho más que en anteriores AC y con varias actividades adicionales que te van a entretener por horas. A las misiones tradicionales se le suman las diarias, una investigación de una serie de asesinatos que parecen ser parte de rituales, carreras de carruajes, peleas en arenas de gladiadores, batallas navales y templos ocultos, todos aportan algo para darle vida y variedad a Egipto.

Algunos podrán quejarse que no hay misiones de sigilo puro donde todo se termina si te descubren, pero no las extrañé, tal vez porque nunca me pareció el mejor aspecto del juego. En este nuevo AC si la estrategia de entrar a escondidas falla siempre vas a poder tomar la ruta más violenta. Algo que si llegué a extrañar fueron los objetivos secundarios en las misiones, aportaban algo adicional al juego, un desafío mayor.

La joya del Nilo

No importa si sos nuevo en la saga o uno que hace tiempo viene acompañando a Ezio y sus demás amigos en estos viajes, Assassin’s Creed Origins te deja recorrer un mundo fantástico, detallado, con gráficos excelentes y un gameplay que renueva la serie.

Si Black Flag fue el último juego que te emocionó, hay buenas noticias, volvé a la saga, no te vas a arrepentir.