Crackdown 3, en honor a la vieja escuela

Aunque en algún momento llegamos a pensar que su destino corría peligro, Crackdown 3 superó un desarrollo complicado y muchas demoras para convertirse en el primer exclusivo de Xbox de 2019. Está claro que técnicamente no es el mejor juego que podíamos esperar, pero te ofrece algo que no todos logran, diversión y llevarte al punto casi obsesivo de querer limpiar del mapa el 100% de las misiones. 

En su momento, Crackdown 3 era la promesa de mostrarnos el poder de la nube de Microsoft, ofrecernos una ciudad que ibas a poder destruir hasta dejarla en ruinas, pero como suele pasar cuando dos estudios se pasan el control de una franquicia a mitad del desarrollo, el resultado final está lejos de serlo. Después de tanto tiempo, probablemente cuando Reagent Games le pasó el control a Sumo Digital, el presupuesto no era el mismo, y Sumo se concentró en hacer el juego entretenido, sacrificando otras cosas.

Para los que tenemos algo de canas, vamos a encontrar en este juego muchos ingredientes de entretenimiento de la vieja escuela, de una época donde los gráficos no buscaban ser realistas, las animaciones no eran nada del otro mundo, la inteligencia artificial básica nos la disimulaban con un gran volumen de enemigos, pero todo eso tendía a desaparecer mientras te divertías.

Crackdown 3 logra justamente eso, diversión, básica, pero diversión al fin. El mayor logro del juego es haber encontrado la fórmula para que siempre que digas que vas a dejar de jugar te enganches con una misión más que está cerca de tu posición, o que te pongas a trepar techos para alcanzar un powerup más.

A diferencia de un juego moderno de mundo abierto, acá la acción está siempre a la vuelta de la esquina, es un juego más directo, más simple, pero al perder esa complejidad, también lo hace más vacío. En New Providence no esperes encontrar mucha gente haciendo su vida normal mientras vos te abrís paso en la ciudad, acá se trata de peleas sin descanso.

A medida que avanzas en el mapa, vas a ir mejorando tus habilidades, transformándote en lo que todos conocemos de Crackdown, personajes capaces de saltar distancias increíbles, con buena variedad de armas, destruyendo todo lo que se te cruce. Aunque al principio eliges tu personaje, vas a poder ir desbloqueando otros agentes, pero ninguno te ofrece diferencias importantes para completar las misiones o los enfrentamientos con los jefes del juego.

Hablando de elegir tu personaje, es probable que casi todos elijan a Terry Crews, es difícil no hacerlo, el tipo desborda carisma y buen humor, es como la garantía que todo va a ser mejor en el juego. Cuando arranca la intro, está perfectamente capturado, está claro que tiene la libertad de ser él, pero una vez que empieza el juego en sí, todo desaparece, y esto es algo que no se le puede perdonar a Sumo Digital. En lugar de ser Terry el que relata la acción, vas a tener que escuchar a un personaje olvidable por la radio. Es inentendible que no hayan grabado mil líneas con Crews para que fuese tu mismo personaje el que va diciendo cosas, al mejor estilo Duke Nukem. Es una oportunidad perdida.

Crackdown 3 es un juego divertido que se centra en una fórmula adictiva pero de otra época. En su simpleza logra sus puntos fuertes, pero donde flaquea hace inevitable pensar en todo lo que el género evolucionó en estos años. Sin dudas es una buena adición a la creciente librería del genial Gamepass.